Por Asfaltos.
Si la capital mexicana fuera un organismo vivo la Central de Abastos sería uno de sus órganos vitales. La tremenda construcción ubicada en la delegación Iztapalapa es recinto del principal mercado mayorista y minorista de consumo en la Zona Metropolitana del Valle de México. Hoy, en el Martes asfaltoso, toca dedicarle una (rola) a la Central de Abastos de la Ciudad de México.
Víveres, abarrotes, legumbres, frutas, hortalizas, flores, carnes, aves, pescados, maricos y más son tan sólo algunos de los cientos de productos que se pueden encontrar en la que es la heredera directa de su antecesora La Merced. Por la cantidad de dinero que fluye por la Central, se le considera el mayor centro comercial del país después de la Bolsa Mexicana de Valores.
Si bien no es un sitio turístico, conocer la Central de Abastos debería de ser una cita obligada -sobre todo- para quienes vivimos en la capital mexicana. Eso sí, hay que despertarse temprano (muy temprano) pues la actividad ahí inicia en la madrugada, cuando las compras son las más fuertes antes de que empiece el día de la mayoría de los mexicanos.
Incluida en el «Compañeros musicales» de Panteón Rococó (donde le acompañan «La carencia» y «Esta noche»), la canción que le dedicamos hoy a la Central de Abastos es precisamente «C.D.A». En ella, los vecinos de la Central (pues también son de Iztapalapa) nos cuentan la historia de Juan, un hombre que simplemente busca una forma de poderse superar; sin esperarse lo que finalmente pasará.
¡Buen Martes asfaltoso, banda!
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