Mientras nos ahogamos en lo que parece ser una interminable temporada de remakes en Hollywood, llega uno que al fin nos hace levantar la ceja por su osadía. El director Gil Kenan nos presenta su último proyecto, su versión modernizada del clásico de terror «Poltergeist».
Si ya tienen sus añitos seguramente recordarán esta cinta de los ochenta, escrita y producida por Steven Spielberg, como lo más aterrador que habían visto; si todavía no están tan maduros, por lo menos ubican la imagen de la niña rubia sentada frente a la televisión. Ahora, es digno destacar que para lograr esta cinta se juntaron varias mentes que saben una o dos cosas sobre hacer películas de miedo. El productor, Sam Raimi, es el responsable de la trilogía de «Evil dead» y director de «Arrástrame al infierno»; mientras que la fotografía es de Javier Aguirresarobe, quien hizo el mismo trabajo para la película «Los otros».
La historia comienza con una familia que al verse justa de dinero después de que el papá queda desempleado no le queda mas que mudarse a una comunidad suburbana que, después se enterarían, está construida sobre un cementerio. Les digo que es un clásico. Tiempo después se empiezan a notar fenómenos extraños en la casa los cuales culminan una noche de tormenta cuando la familia despierta y encuentran a Maddie (la hija menor) hablando frente a un televisor que solo proyecta estática.
“They’re here!”
Días más tarde Maddie es abducida por las almas en pugna del antiguo cementerio y la familia busca ayuda en el departamento de fenómenos paranormales quienes los terminan conectando con el cazafantasmas de un famoso show de televisión.
Si buscabas un buen susto veraniego esta película definitivamente no te va a dejar traumado de por vida. Es clasificación B y si bien tiene un buen repertorio de sustos utilizando los recursos más viejos en el género (pelotas que ruedan solas, payasos de cerámica y silencios estratégicos), este thriller está a la vez muy (tal vez demasiado) balanceado con humor y ligereza; incluso entrada la hora se siguen haciendo puntadas de humor blanco que cortan la tensión.
Claramente esto ya no es 1982, así que se tuvieron que adaptar y modernizar varios aspectos de la película a pesar de que el guión es esencialmente el mismo. En la nueva «Poltergeist» los drones, iPhone’s y pantallas planas son parte del terror que afronta la familia. Los efectos especiales, aunque obviamente mejores que en la original, no se hacen demasiado relevantes.
Para ver esta película hace falta verla como lo que es, un remake. No existe comparación con el terror actual o con las películas que le sucedieron a la idea original. Esta nueva versión de «Poltergeist» es un thriller bien hecho, entretenido y llevadero que nos hace recordar a un clásico que nunca caerá a la sombra de ningún remake.
La película se estrena hoy viernes 26 de junio en ochocientas pantallas a nivel nacional, y la podremos ver en 2D y 3D.
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