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Por Gretel Flores Montes de Oca.
Un buffet para los sentidos, eso fue lo que encontré durante mi recorrido hacia este pequeño archipiélago localizado en mi bello México, en el estado de Nayarit.
Llegamos por la mañana a Punta de Mita, una tranquila playa en Bahía de Banderas, donde abordamos una embarcación para cumplir nuestro principal objetivo: encontrar ballenas jorobadas.
Apenas llevábamos unos minutos a bordo de la embarcación y la zona hotelera todavía nos escoltaba a lo lejos cuando tuvimos el primer encuentro: se trataba de un ballenato que se asomaba claramente en la superficie. Nos dijeron que seguramente su madre estaba debajo de él, pero tras un rato de observación, descubrimos que estaba solo, lo cual es poco frecuente. Las madres siempre están con sus crías. Y entonces descubrimos el motivo: una de sus aletas estaba completamente doblada, lo que lo obligaba a nadar de lado. Desde otra embarcación avisaron que un rato antes notaron agitación entre ballenas adultas y que seguramente el ballenato había sido golpeado y herido. Se notificó a la guardia costera y para evitar asustar a la cría decidimos continuar con nuestro recorrido.
El siguiente encuentro fue completamente sorpresivo: un par de mantarrayas saltaron fuera del agua muy cerca de nosotros. Tras un par de saltos más desaparecieron en la inmensidad. Afortunadamente pudimos encontrar a varios ejemplares más durante el resto del camino.
Finalmente llegamos a nuestro destino: las Islas Marietas. El archipiélago completo está formado por estas dos pequeñas islas y dos islotes todavía más pequeños . Los cuatro en conjunto son el hogar para inmensas colonias de aves entre las que se encuentran el pelícano de pata azul, el suirirí piquirrojo, el pato zambullidor grande, el águila pescadora, el Martín pescador, el paíño negro, el playero de las rompientes, la garza ceniza, y la lista sigue y sigue hasta completar 85 especies de aves. Algunas habitan todo el año y otras son migratorias, pero todas conviven y nos dejan gozar de su cautivadora presencia.
Con un buen rato de snorkel también se pueden admirar montones de peces de colores, anémonas, y diferentes moluscos y crustáceos. Pero la permanencia en estas islas es limitada, ya que se trata de una de las Reservas de la Biósfera protegidas por la UNESCO.
Empezando a preparar el regreso, nos dirigimos a una zona donde se encontraban varias embarcaciones practicando pesca deportiva y conforme nos acercamos más supimos por qué. En el aire, apenas arriba de nuestras cabezas se apreciaba una gran nube en movimiento formada por miles de pelícanos buscando alimento. Y en el mar, casi tocando la superficie, podíamos ver claramente la danza constante de grandes cardúmenes de sardinas. ¡Los pelícanos se estaban dando un verdadero festín!
Finalmente llegó la hora de volver, pero nuestra despedida fue justo como la hubiéramos esperado. Nos enfilábamos de regreso a Punta de Mita cuando dos ballenas jorobadas asomaron sus colosales cuerpos y nos dijeron adiós.
Fuente:
http://www.conanp.gob.mx/que_hacemos/pdf/programas_manejo/Final_IslasMarietas.pdf
http://www.unesco.org/mabdb/br/brdir/directory/biores.asp?code=MEX+36&mode=all
De verdad que es una experiencia inolvidable visitar las Islas Marietas, siempre hay cosas hermosas que ver y vivir. En una ocasión que fuimos mas de 10 ballenas, ya de regreso de lo que era el viaje perfecto, varios delfines nos escoltaron por unos minutos pareciendo que querían jugar carreritas con nuestra embarcación.