De gran ciudad a provincia. ¿Avance o retroceso?

Por Daniel Higa Alquicira.

Si algo nos enorgullece a los capitalinos es el hecho de vivir en la ciudad más grande, poblada y contaminada del país; además de claro, la modernidad y desarrollo de ésta, y que en el fondo es una especie de entidad diferenciada del resto.

La “ciudad de los palacios”, la “gran capital”, el “defectuoso”, “el centro histérico” o “chilangópolis”, estos son algunos apodos con los que se ubica al Distrito Federal y que en cierta medida representan mucho de la forma en que vivimos y nos desarrollamos en la capital del país.

Pero un hecho reciente –histórico para algunos– cambia de manera fundamental la forma en la que en un futuro cercano se organizará administrativamente la oficialmente llamada Ciudad de México.

Se acabó el Distrito Federal y esto marca el inicio de una de las etapas más transformadoras para la Ciudad de México, ya que con la reforma aprobada en el Senado, obtendrá independencia y alcanzará una figura política similar a las otras entidades del país, con municipios, un congreso, una constitución propia y beneficios presupuestales iguales a los demás estados.

Sin duda, este es un gran triunfo político de Miguel Ángel Mancera y su equipo, ya este logró fue uno de sus grandes objetivos desde que asumió la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Mancera buscaba concretar la reforma política de la Ciudad de México porque en el fondo será uno de sus grandes pasaportes si busca la candidatura a la presidencia de 2018.

Hasta este momento, las grandes discusiones de esta reforma se están dando en el plano político. Una vez que la ley estableció la forma en que se formará la Asamblea Constituyente, las críticas han saltado por parte de algunos grupos opositores.

Uno de los principales detractores es el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que ha criticado públicamente el hecho de que la Asamblea Constituyente que redactará la Constitución de la Ciudad de México, esté conformada por 100 miembros de los cuales, 40 serán propuestas por “dedazo”, lo que para este grupo político es un “retroceso” pensando en el hecho de que serán impuestos según interés políticos.

Pero lo cierto es que un gran avance que representa esta ley, se da en el hecho de que en su momento los encargados de las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia podrán ser nombrados directamente por el gobernante en turno sin tener que pedir su aprobación al presidente de la república.

Por otra parte, según Mancera, la Ciudad de México tendrá accesos a fondos y recursos que existen para los 31 estados del país y no para el DF, lo que dará mayores posibilidades para obtener financiamientos federales a programas y proyectos que hasta ahora no podía reclamar.

Lo que aún no ha quedado claro, es cómo van a impactar estos cambios –sobre todo los administrativos– a la ciudadanía. El hecho de que una delegación se convierta en municipio acarreará cambios que de alguna u otra manera trastocarán la forma y fondo de algunas actividades, trámites y obligaciones de la sociedad, pero esto es algo que aún no alcanzo a distinguir de forma clara.

El otro aspecto que habrá que analizar en la medida en que avance su aplicación luego de su aprobación por los congresos locales, tendrá que ser de forma obligada la conformación política de la Asamblea Constituyente y cómo ésto afectará o beneficiará a organizaciones como Morena, que aseguran son la primera fuerza electoral en la Ciudad de México.

También, si ésto será factor para que el PRD siga en picada en cuanto a los pronósticos de mantener su poder en el bastión más importante del país para este partido, o permitirá el ascenso del PRI, como muchos han asegurado.

De esta manera, estamos a punto de pasar de ser “los grandes capitalinos modernos y desarrollados”, a ser unos provincianos más que estarán una transición dolorosa para aquellos que tienen un orgullo muy grande por pertenecer a la ciudad “más moderna” del país.

Lo único que ayudará a estos espíritus sensibles a los títulos nobiliarios, es que la ciudad seguirá siendo la capital del país, algo que significará una gran distinción sobre el resto de las provincias.

Foto: Estudio de Arquepoética y Visualística Prospectiva.