Por Alejandro Glatt.
Hace casi ya dos años, por azares del destino, mis oídos toparon con un austero podcast en el que entrevistaban a un puberto con voz suave que al momento que comenzó a tocar la guitarra a gran velocidad, y a cantar melodías llenas de energía, me di cuenta que algo memorable estaba por suceder.
Hace casi dos años me topé con las mágicas e inspiradoras melodías de Diego Puerta, conocido hoy en día por las multitudes como don Dromedarios Mágicos; el niño que se encuentra viviendo el sueño de cualquiera, ser coreado y alabado por quienes se encuentran bajo el escenario, aplaudido y recibido con el corazón abierto.
Dromedarios Mágicos se presentó el pasado martes 16 de febrero en Salón Pata Negra, uno de los foros en donde la escena comienza, uno de los foros por los cuales todos los grandes llegan a pasar durante su proceso de crecimiento. En esta ocasión la casa lució llena con varias personas emocionadas por ver al carismático y querido Diego; personas que en lugar de ser fans son más amigos, amigos quienes le apoyan y corean cada una de las pocas rolas que ha escrito.
Su recién lanzado EP «Temporada» fue interpretado de «pe a pa», como me lo comentó el buen Diego unas horas antes de la presentación. Sus energéticas y profundas melodías me dejaron derrochando amor, me dejaron sin aliento y con el corazón lleno de de miel y aguacate.
Con solo escuchar los primeros acordes, el salón por completo se transportó a un bello atardecer en la playa de Cozumel, llenos de paz, tranquilidad, reflexión y mucha relajación.
La velocidad con la que sacude su mano derecha para hacer vibrar cada una de las cuerdas de su electroacústica guitarra, tuvo como consecuencia el tener que detener la presentación en dos ocasiones para hacer un cambio de guitarra y cuerdas; cosa que, por cierto, generó risas y gritos de la audiencia, ya que antes de comenzar con el concierto, en el micrófono convocó a una apuesta para saber cuántas cuerdas tronaría en esta ocasión.
Al terminar de presentar el nuevo EP, Diego nos dio el placer de interpretar sus mayores éxitos como, «Pistache», «Mildred» y «Navidad con Willie Nelson», las cuales fueron bailadas y coreadas por los cientos de asistentes en el histórico recinto.
Después de casi una hora de energía, Diego bajó del escenario para charlar y ser felicitado por todos los que le entregamos nuestros tímpanos, pupilas y corazones a este gran proyecto que se encuentra en constante progresión.
Diego, gracias por la inspiración.
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