Por Asfaltos.
Finalmente se estrena en México una de las películas más esperadas del año pasado; me refiero a «La bruja» del director estadounidense Robert Eggers, una cinta estremecedora que atrapa desde el primer instante y que vale la pena ir a ver al cine.
La cinta cuenta la historia de una familia puritana que es expulsada de su colonia para verse inmersa en una casi absoluta soledad en la Nueva Inglaterra del siglo XVII. Escribo casi porque en efecto, frente a un frondoso bosque, se esconde algo que les cambiará para siempre la vida: la bruja.
Escrito también por el propio Egger, el guión de «La bruja» se nutre de diversos documentos y actas judiciales de la época para dar forma a la historia y sus personajes; así se percibe desde el primer momento en el que se es testigo de su trabajo.
Magníficamente filmada, con un aspecto visual impecable, nos vamos viendo inmersos en una historia que no nos deja en paz por ningún momento. Elementos tan importantes como el bosque, que se presenta frente al hogar de aquella familia sólida y creyente que se verá puesta a prueba, forman parte de una cinta que invita a formar parte de su muy particular atmósfera.
Olvídense por un momento de los sustos de fórmula, la cinta lo que hace es mas bien irnos entrometiendo en un trama que por sí sola nos va estremeciendo. No se trata de una película en donde abunden los elementos de sorpresa, sino mas bien de una en la que el suspenso va en constante aumento.
En el apartado de las actuaciones destaca la presencia de los también actores de la aclamada serie «Game of Thrones», Ralph Ineson como el padre y Kate Dickie como la madre; pero sobre todo el espléndido trabajo de una jovensísima Anya Taylor-Joy quien interpreta a la hija mayor de la familia, Thomasin.
Es Thomasin, junto a su hermano Caleb interpretado por el también muy joven Harvey Scrimshaw, quien se lleva la película en una historia donde no sobra el suspenso.
Personalmente la película me parece un acierto en muchos sentidos, salvo por un detalle importantísimo que no quiero estropear, pero que a mi parecer hubiera sido mejor dejar fuera en la sala de edición; aunque entiendo también el porqué de dejarlo. Sin embargo, y a lo que quiero llegar, es que se trata de una muy buena película que no deben dejar de ver, y que personalmente me hizo evocar por muchos momentos a «La bruja de Blair» (1999) que curiosamente podría ser la secuela de la misma (por cierto, ambas aclamadas en su momento en el prestigiado Festival de Cine de Sundance).
Aclamada por la crítica, y esperada por el público, quizá mis comentarios sobran; mas no mi invitación sólida a que disfruten de ella tanto como lo hice yo en una pantalla grande. Ya me dirán, en los comentarios o en nuestro correo info@reconoce.mx, qué les pareció.
Con imágenes cortesía de Universal Pictures México.
