Arte verde en el EcoFest

Por Enrique Figueroa Anaya.
Fotos Aleithya Morales Durán.

Antes de empezar este recuento de lo que fue el bazar de arte en el EcoFest 2012, no quiero dejar de agradecer a la organización de este loable proyecto. Sin duda la experiencia de haberlo cubierto fue algo bastante emocionante. El hecho de replantearnos nuestro consumo con productos de alta calidad y con una visión de cuidado al ambiente, fue algo sumamente estimulante.

Arte verde en el EcoFest

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Además de la venta de productos, de comida y de la promoción de asociaciones civiles, el EcoFest dedicó un espacio exclusivo al artista ecológico, por llamarle de alguna manera. Desde las típicas libretas hechas con papel y cartón reciclado, hasta proyectos que plantearon el uso de acerrín o lonas que formaban parte de los deshechos que normalmente paraban en los basureros.

El primer proyecto que me llamó la atención fue la marca Ficus. Reutilizando varios elementos de los árboles talados, como lo son las hojas, las ramas, las raíces y la corteza, Ficus ataca un poco el problema del desperdicio vegetal, para de ese modo buscar un proceso novedoso en productos diferentes. De hecho, Ficus son pioneros en esta producción, por lo que se encuentran en busca de la patente para poder trabajar de manera masiva con esta idea.

Después de ello me pasé al stand de Margrietina Ecofashion, que es una marca de ropa ecológica hecha con tela realizada a base de botellas recicladas de PET. Me llamaron poderosamente la atención las gabardinas, las bolsas, pero sobre todo las pantuflas, o mejor dicho, las PETuflas. También trabajan con cortinas, sobre pedido, y aclararon que todos los sobrantes son utilizados para ropa de niños, por ejemplo, para evitar cualquier desperdicio.

El siguiente stand que visité fue el de Cattus, un proyecto que promueve el uso de artículos para mascotas, eso sí, que sean orgánicos y que no impacten de manera negativa el medio ambiente. Otro de los objetivos de este proyecto es el manejo responsable de las mascotas; ésto lo hacen por medio de artículos con impresos en sus productos, por ejemplo, que incluyen mensajes alusivos al cuidado de los animales.

Otro stand que visité fue el de Distorciona, que es un proyecto de elaboración de libretas hechas a mano que funciona de manera independiente con ayuda de conocidos que les auxilian en aspectos muy específicos. El empastado y el forrado de estas libretas corre a cargo de los mismos emprendedores. Para pedidos escriban a distorcion-a@hotmail.com.

Además de estos pocos stands que les comparto, hubo una actividad interesante en la música, con bandas en vivo que amenizaron a nivel de piso el recorrido de la gente por el festival, así como una que otra exposición fotográfica. Sin duda, la cereza en el pastel a un EcoFest que lució pletórico a lo largo de su kilómetro de longitud.