Los Caligaris en México: «El show más feliz del mundo»

Texto por Eduardo Meléndez.
Fotos por Jesús Ortega.

7 de octubre de 2017, el Palacio de los Deportes en México era el recinto que recibiría la «fiesta caligari» en sus 20 años, una fiesta que llevaría malabares y saltos de este circo lleno de energía dispuesto a recorrer los kilómetros que fueran necesarios para seguir entregando su música.

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La apertura del tan esperado show corrió a cuenta de La Toma y su guateque rock, quienes desde Medellín, Colombia, nos presentaron su mezcla de salsa, ska y rock; estructuras musicales con sabor a salsa que se condimentan con explosiones de guitarra eléctrica que le proporcionan un toque bastante recomendable.

Continuaron los República Fortuna, quienes con su equipo de percusiones pusieron su ritmo marcado por mucha vibra positiva, con un mensaje directo de «Fuerza México» y «Pura vida México», en un recinto que estaba ya a pocos minutos de encontrarse a su máxima capacidad, y que estaba ya en pleno disfrute del baile que mostraban estas bandas.

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Previo a que el festejado hiciera su esperada aparición, tuvimos a La Combo Tortuga para terminar de calentar al público; el grupo nos mostró su música más marcada por sonidos de cumbia que dejaban aderezarse con toques de ska y de rock.

Los cantos y el ya clásico «olé, olé», llamaban entonces ya a los argentinos; así, con el tiempo ya encima, la euforia tomó al público y así la aparición del Payaso Caligari, su pastel y las mañanitas que sonraron de fondo. Todo fue parte del lindo inicio de «El show más feliz del mundo».

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«Mi estanciera y yo» sonó, la espera había terminado, la primer foto del festejo se tomó, trampolines, saltos e incluso artistas se sumaron en el aire porque el circo había llegado; se entonó «Entre vos y yo» y no había forma de ocultar las sonrisas de felicidad en el escenario.

Se anuncio que todo estaba siendo grabado, porque 20 años lo ameritaban, y eso no hacía mas que encender a la gente. Entonces se hizo presente el primer invitado, Manuel, de La Tremenda Korte, para hacer los honores con «Dolería menos» y luego «Tyson»; y así el momento en el que era muy difícil que ninguna canción fuera coreada.

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El segundo invitado apareció, y aunque no se encontraba en el escenario, era como si estuviera ahí, porque imaginarse «Quereme así» sin la voz de Jorge ‘Perro’ Serrano es complicado, y el simple hecho de poderlo escuchar es algo grandioso. El payaso entonó en un theremín el intro de la misma, algo que resultó tremendo.

Los Caligaris no escatimaron con las invitaciones y nos contaron cómo al empezar a armar la lista de acompañantes existió alguien que desde el principio les dio el sí sin necesidad de pensarlo, porque en México se tiene el tequila y ellos acostumbran hacer «Asado y Fernet»; fue aspi que su asador llegó desde Monterrey por el simple hecho de no podérselo perder. ¿Quién era? Franco Escamilla, comediante y músico consolidado en nuestro país.

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Así vimos a Martín flotar en una banca con globos, con sus ya clásicos saltos, acrobacias y malabares; también le vimos conseguir ese beso en la «Mejilla izquierda» y a Renata desenvolverse en los aires. Juan Carlos tomó el escenario para traer algunas canciones tristes a un show feliz, y aunque en algunas ocasiones sólo pudimos escuchar fragmentos de «Dos viejitos» que en lo personal es una canción que nunca había escuchado en vivo, también se pudo disfrutar de otras como «Montaña».

Entre tantas canciones como «Frijoles», «Camello», «A vos» y «Todos locos», hubo momentos que se convirtieron en los más esperados no sólo por la gente, sino también por Los Caligaris mismos, ya que como ellos expresaron: «cuando compras un boleto para una banda cuatro o seis meses antes, debe de ser porque en verdad les quieres demasiado, y nosotros les queremos y apreciamos eso». Así fue como se esperaba este momento, ese en el que todos se quitaron la playera para hacerlas girar sobre sus cabezas, ese en el que se dice que todos, incluyendo a la misma banda, cantan con fuera esa canción hecha himno: porque después de tantos «Kilómetros» recorridos no había otra forma de hacerlo, porque con esa canción reventaban y hacían vibrar el recinto.

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Después de un cierre tan extraordinario, tuvimos una pausa para finalmente cerrar con broche de oro el festejo y que la noche se sellara con «Que corran».

Así, con dos últimos mensajes más plasmados en sus playeras, Los Caligaris nos dejaron un gran sabor de boca, uno que ha resultado sin duda en uno de los mejores para este que fue uno de sus mejores shows en México. ¿Los mensajes? «Muchas gracias», «Continuará…». Nos vemos pronto.