Por Asfaltos.
Los gustos del público mexicano que va al cine los lleva en la mayoría de las veces a disfrutar o de una comedia, o de una película de terror. Con esa idea en la mente, después de un sólido paso por la comedia y también por el drama, las productoras Bh5 y Sobras International unen esfuerzos para ahora -sumando a Purgatorio– realizar una cinta de terror. ¿El resultado? «El habitante» de Guillermo Amoedo.
Aunque no lo parezca, la comedia y el terror tienen mucho en común cuando se trata de llevarlos a la pantalla grande. La dificultad por plasmarlos radica en la primera en lograr hacer reír a los espectadores, y en la segunda naturalmente en asustarlos o mantenerlos en constante tensión. La barrera, sin embargo, es muy frágil; por ello es importante contar con buenos ingredientes, mismos que «El habitante» tiene en su gran mayoría.
La historia nos presenta a tres hermanas que entran a la casa de un senador para robarle un dinero. Las tres chicas, interpretadas por Vanessa Restrepo, María Evoli y Carla Adell, no cuentan sin embargo que no solo tendrán que sortear el evidente peligro de un allanamiento tan descarado, sino también un misterio que termina por darle un giro muy fresco a la historia.
Atada en el sótano de la casa se encuentra la hija del senador y de su esposa. La niña, interpretada magistralmente por Natasha Cubría, luce enferma y violentada. Para las tres asaltantes la escena termina por hacerles eco de un pasado con el que cargan desde hace tiempo. Es cuando suben a la niña y la ven sus padres que descubren que además de ellos hay alguien más: «El habitante».
Entre los elementos a destacar están las actuaciones del reparto ya mencionado, así como de Flavio Medina, Gabriela de la Garza y Fernando Becerril. Flavio, Natasha y María destacan de manera especial; el actor por la oportunidad que le da de un sorpresivo giro su propio personaje, Natasha por lo difícil de su papel que encara con lujo de detalle, y finalmente María quien además vive mucha acción física.
También se destaca la casa, una extraordinaria locación que termina por convertir la aventura de «El habitante» en una experiencia de la que el espectador es también parte muy activa. Cada rincón de ese sitio, que los propios actores compartieron en conferencia de prensa previa al lanzamiento, que el propio edificio también les llegó a asustar; vale entonces la pena experimentar esa sensación en una pantalla grande.
Es en el guión donde sin embargo hay elementos positivos y también negativos. Si bien se agradece que la cinta sin necesariamente presentar giros de tuerca forzados nos entregue uno, dos y hasta tres refrescos que se agradecen para el curso de la historia; es también ahí que radican algunas de sus fallas. Son tantas las pretenciones por contar algo que se separe de manera clara de las otras muchas películas existentes sobre el tema, que el guión de «El habitante» termina por enredarse y perderse de manera muy clara hacia el final. Una lástima, sí, tomando en cuenta las virtudes iniciales que atrapaban ya nuestra atención.
A pesar de lo anterior, y como un esfuerzo por entregar algo fresco, «El habitante» se sigue presentando en cines nacionales como una opción para aquellos a quienes les gusta asustarse en el plano de la ficción. Ya me dirán ustedes qué les pareció.
«El habitante» se estrenó el pasado fin de semana en cines mexicanos. La cinta pueden seguirla disfrutando a través del sello de Videocine.
Con imágenes cortesía de Videocine.
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