Por Asfaltos.
Leía a un colega afirmar que en estos días la cartelera de cine comercial luce vacía de opciones interesantes. No, no le contradigo del todo, aunque sí matizaría un poco su comentario. Hay películas interesantes, sí, quizá no de esas que destaquen a fin de año entre lo mejor, pero sí por lo menos de esas que valdrían la pena revisar para quienes resulten un tanto curiosos. Una de esas opciones, enfocada sobre todo para el público infantil pero que seguro no aburrirá del todo a los adultos, es precisamente «Pie pequeño» (2018).
La premisa de inicio resulta ya bastante entretenida. En un pueblo donde habitan los conocidos Yeti, o Pie Grande, el joven Migo se encuentra por error con un descubrimiento que sabe cimbrará a su comunidad: ha encontrado un Pie Pequeño, es decir un ser humano. Animado con su descubrimiento, el entusiasta y simpático Migo busca compartirlo con su gente, sin tomar en cuenta que lamentablemente su fugaz hallazgo se habrá desvanecido en cuanto vuelva a revisarlo.
Decepcionado por no poder corroborar su descubrimiento, a Migo se le acercan un peculiar grupo de Pie Grande quienes le invitan a ir en la búsqueda del temible Pie Pequeño. No con pocas resistencias Migo acepta la oferta, sabiendo de antemano que la aventura no será sencilla; pues para salir exitosamente de ella tendrá que aventurarse a las profundidades de un mundo que desconoce, el que está más allá de una densa muralla de nubes que separa a los Pie Grande de los Pie Pequeño. Sí, «Pie Pequeño» es en efecto la aventura de descubrimiento de dos especies incomunicadas hasta el punto de considerarse mitos a otra.
Cuando se reseñan este tipo de películas sobra decir que el aspecto técnico es sorprendente. Con los presupuestos que se manejan en el cine de animación comercial estadounidense, siempre hay garantía de que lo que se vea en pantalla se verá bien; desde el diseño de personajes que si bien no aporta algo nuevo sí luce bien en pantalla, hasta los distintos escenarios que forman parte de la trama presentada.
Es la trama, su fondo y la forma en la que se nos presenta, lo que sí cabe destacar de «Pie pequeño». La trama porque nos presenta un encuentro ya antes abordado, pero de una forma interesante y creativa que resulta en principio interesante. Su fondo porque en el contexto general a nivel mundial sobre la convivencia en un mundo cada vez más diverso, pero a la vez más propenso a cerrarse resulta fundamental. Y la forma porque hay muchos detalles creativos que resuelven de manera entretenida lo que se nos plantea.
Por ejemplo, un detalle que me pareció sumamente divertido sin ánimos de estropearles nada, es la forma en la que ambas especies se comunican. Si bien no es algo como para romperse el coco o «explotar la mente» (como comprenderán mejor al ver la película), sí es algo muy divertido de ver y que resulta por cierto bastante lógico. Es, en esos detalles que «Pie Pequeño» gana entonces como una película que resulta entretenida y con elementos de interés.
Con un ritmo ágil, con canciones pero no hasta el cansancio, y hasta con una versión doblada al español (que fue como la vi en la función de prensa) agradable y sin abusar de los «tropicalismos», «Pie Pequeño» es sin duda la opción este fin de semana para los más pequeños de la familia; pero además también para quienes gustan como yo de ver cine de animación.
Si con este humilde texto he ayudado a captar su atención sobre esta película, acudan a verla y díganme por su propia cuenta qué les ha parecido. Nada me dará más gusto que poder comentar la película con ustedes. «Pie Pequeño» se estrena mañana viernes 28 de septiembre en cines nacionales.
Con imágenes cortesía de Warner Bros. México.
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