Por Asfaltos.
Escribo este texto a minutos de haberse entregado el segundo de los tres Globos de Oro a los que aspiraba la más reciente película de Alfonso Cuarón, «Roma» (2018). Netflix se apuntaba así otro triunfo rumbo a la carrera de llevar a «Roma» a ganar el Óscar. El que una producción de Netflix se lleve el premio más popular de la industria cinematográfica a nivel mundial, es un sueño que llevarán hasta el final de sus posibilidades. Los nominados en las distintas categorías de los Premios de la Academia serán anunciados el próximo 22 enero; la ceremonia de los Óscar se celebrará el 24 de febrero del presente.
Son innegables las cualidades cinematográficas de «Roma» de Alfonso Cuarón, sí; pero también es innegable el esfuerzo que Netflix ha brindado a la que es actualmente la joya de su corona rumbo a los codiciados Premios de la Academia. El primer round al que Netflix y la película que produce se enfrentaron, fue el Festival de Cannes, donde la película de Cuarón no pudo participar tras los dimes y diretes del año pasado que volvieron a restringir la presencia de la plataforma en el prestigiado festival de cine francés; por lo menos si ésta no cambiaba su política de negocio, algo desde luego que se antojaba bastante complicado.
Tras el desaire de Cannes, «Roma» se alzó con el importantísimo León de Oro a la mejor película en el festival de cine de Venecia; después le siguieron una serie de reconocimientos en festivales como Toronto y Nueva York, mismos que terminaron por conquistar industria y crítica cinematográfica a favor de la carrera de «Roma» hacia el Oscar. Rumbo a su estreno comercial, con Alfonso Cuarón como la voz cantante -con dos Óscar en las manos por su anterior «Gravedad»-, empezaron una serie de debates al respecto de si «Roma» podía o no competir rumbo a la carrera del preciado reconocimiento con las reglas de la Academia. Netflix brindó todas las facilidades para participar, incluyendo un estreno limitado y muy anticipado en Ciudad de México, así como un estreno comercial en salas de cine semanas antes de su estreno en su plataforma.
Al respecto de la polémica entre Alfonso Cuarón y las cadenas de exhibición en México, acá un texto más completo que les regalé anteriormente.
Con todos los pasos cumplidos al pie de la letra, «Roma» ha ido accediendo a los distintas fases que como primer objetivo le deben llevar a distintas nominaciones al Óscar -incluida la nominación a «Mejor película»-. Con su estreno en cines, y en medio de la polémica ya destacada, colegas, críticos y varias personalidades más, se han sumado a la campaña publicitaria que Netflix ha ideado de gran manera para apuntalar las bondades de su película y así poder aspirar al máximo reconocimiento comercial. El que «Roma» continúe siendo tema de conversación en la antesala del Óscar, es importantísimo rumbo al triunfo firme que Netflix busca para satisfacer sus propios intereses. A Netflix le sirve abrir una industria cerrada a la que le ha costado acceder.
Reitero, «Roma» tiene distintas cualidades que ya mismo comenté yo la primera vez que la vi en septiembre pasado, y que mi compañera Berenice Alamilla también apuntó en la reseña oficial que subimos de la película en este portal; sin embargo no debe escaparse de nuestra mirada la estupenda campaña publicitaria que quizá, un poco en exceso -vamos, hasta un soundtrack se ha lanzado-, continúa pujando fuerte por conseguir un objetivo que de momento Netflix ve más cerca que nunca. Que «Roma» de Alfonso Cuarón triunfe en los Óscar será en principio un triunfo importantísimo para Netflix en la industria comercial más popular del cine a nivel mundial. Sí, esta historia continuará; sí, los Globos de Oro a «Mejor película extranjera» y «Mejor director» son dos muy recientes baterías nuevas rumbo al ansiado objetivo.
Foto de interior: Reuters.
Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.
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