Cine de terror mexicano: Veneno para las hadas.

Por Mariana Uty Estrada.

En ésta, su última película como director – aunque continuó colaborando como guionista y haciendo trabajos para televisión -, Carlos Enrique Taboada cuenta la historia de dos niñas muy distintas entre sí; Verónica, obsesionada con la brujería, creyendo incluso que ella misma es una bruja, y Flavia, quien en un principio se muestra curiosa, después se siente aterrorizada con los extraños sucesos que tienen lugar a raíz de los encantamientos.

Veneno para las hadas, de Carlos Enrique Taboada.

Flavia, nueva en el colegio para niñas, se acerca a Verónica al ver lo distinta que es a la demás, pues mientras otras juegan y conviven, ésta se dedica a recoger insectos y buscar objetos para sus hechizos. Malévolamente, Verónica intenta a convencer a la buena Flavia de que ella es una bruja, quien se muestra escéptica hasta los eventos que ocurren a partir de los supuestos rituales de la brujita.

Sin duda alguna, ésta sí es la mejor película de Taboada. El director logra hacer de la cinta un cuento macabro muy bien contado gracias a la excelente actuación de las dos niñas, en las que este filme se centra. A pesar de que no hay monstruos ni fantasmas – como muchos esperaríamos de nuestro cine -, el convincente papel que juegan ellas logra crear suspenso en los espectadores, manteniéndonos a la expectativa hasta el final, el cual, es a mi parecer, el mejor realizado de los tres. Claro está que las historias son muy distintas entre sí. Sin embargo, ésta tiene la particularidad de solo enfocarse en dos personajes, pasando al resto del elenco más allá de un segundo plano, pues en ningún momento vemos sus rostros.

Además de lo mencionado anteriormente, Veneno para las hadas es la mejor producida de las tres. Por supuesto, el que sea la más reciente de todas quizá tenga que ver con eso, pero aún así, todos los detalles están muy bien cuidados; la fotografía, quizá inspirada en el cine anglosajón de la época, es excelente, y es a su vez acompañada por un montaje impecable. Lo mejor de todo, es que este director nos demuestra nuevamente que los efectos visuales no son necesarios para causar miedo, que es el error que cometen muchas del género.

Ciertamente, a Ana Patricia Rojo siempre le ha quedado bien hacer el papel de mala. Así es, la actriz que muchos reconocerán por telenovelas es nada más y nada menos que la protagonista, una niña bastante perversa, debo agregar, pero claro está que no hubiera logrado sobresalir tanto de no ser por la fantástica dirección de Carlos Enrique Taboada, quien a mi parecer, no se le ha dado el reconocimiento que merece.

Veneno para las hadas, aunque no la más conocida de sus películas, fue la más premiada, estando nominada para 10 Arieles, y recibiendo cinco de ellos, entre los que se incluyen: Mejor Fotografía, Mejor Dirección, Mejor Edición, Mejor Música de Fondo, y el Ariel de Oro para Carlos Enrique Taboada.

No me queda más que decirles que les recomiendo altamente esta película, sobre todo si están buscando algo diferente a lo que se suele ver estos días.