- Tweet
El grupo inglés presenta lo que podríamos considerar como su mejor disco y sin duda de lo más destacado del electro/dance/pop -o pónganle la etiqueta que prefieran- de lo que va del año. Para esta producción cambiaron algunos miembros, agregándole un toque femenino por ahí, lo cual lo mejora y para bien.
A diferencia de su disco anterior Nights Out, en el que escribieron más de un tema para bailar con absoluto desenfreno, en esta producción toman las cosas con calma. Este es un disco para escuchar completo, con toda tranquilidad y, por qué no, con unos tragos de por medio. Pero en caso de que no se puedan dar ese lujo, también aliviana el estrés del tráfico.
El primer sencillo que presentaron fue The Look, que es un giro al trabajo que habían hecho. Uno de los factores más importantes en este cambio de piel, más no de escénica, es la inclusión de voces femeninas.
Este disco es un heredero de los New Romantics, esa generación musical a la que pertenecen Duran Duran, a Flock of Seagulls o Roxy Music. Metronomy reinterpreta los sintetizadores y le agregan uno poco más de potencia al bajo, pero mantienen las letras de amores por siempre y el dolor propio de ellos.
Para la primera mitad del disco las cosas ya empiezan a derrumbarse en el idilio There’s a tea in yogur eye / But there’s no I in tea / I guises we’re gong arguye agrian. Pero hacia el final reviven el recuerdo de canciones como My Heart Rate Rapid, por los falsetos, aunque aquí se entienden las letras.
El disco cierra con Love Underlined, una canción totalmente inesperada por la manera en la que empiezan con tambores tribales y un sintetizador agonizante, que no tiene mucho sentido en el todo del disco. Pero por lo mismo, lo vuelve muy acertado, tal vez un indicio de por dónde irá su nuevo trabajo.
Canciones destacadas: Everything Goes My Way, The Bay, Love Underlined, The Look.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.