Por Enrique Ortiz.
Qué triste es cuando las personas olvidan actos valerosos de los habitantes nativos de estas tierras que ahora forman parte de nuestro país, México. Para no dejar en olvido estas hazañas quiero relatarles una victoria que se dio en el estado de Tlaxcala en el año de 1520 cerca del poblado que actualmente lleva por nombre Calpulalpan. En esas épocas existía una población prehispánica habitada por los acolhua mexica llamada Tecoaque- Zultepec (cerro de las golondrinas). Los acolhua era un grupo de indígenas que habitaba la ciudad de Tezcuco, la cuál era una aliada de los mexicas de Tenochtitlán.
Sucede que en el año de 1520 cuando Cortés ya había entrado a Tenochtitlán y se encontraba muy cómodo saboreando la influencia que tenía sobre el Huey Tlahtoani Motecuhzoma (el gobernante del imperio mexica), llegó por sorpresa otro grupo de españoles comandados por Pánfilo de Narváez, el cual tenía como misión capturar a Cortés quien había desobedecido las órdenes del gobernador de Cuba Diego de Velázquez. Al enterarse, Cortés partió rumbo a Veracruz para enfrentar y derrotar a sus compatriotas, lo que logró sin mucho esfuerzo. Después de la batalla emprendió el camino de regresó a Tenochtitlán debido a que le llegaron rumores sobre una gran matanza de mexicas que se había realizado durante su ausencia. Sus compatriotas comandados por Pedro de Alvarado estaban sitiados dentro de la misma ciudad. En su apresurado regresó el español dejo detrás una columna formada por soldados heridos, indios taínos y aliados indígenas. La agrupación llevaba gran cantidad de pertenecías de los europeos.
Cuando la caravana seguía los pasos de Cortés llegó al poblado de Zultepec, un importante puesto aduanal acolhua de la triple alianza. Sin chistar los acolhuas le negaron el paso por lo que se libró una batalla donde fueron derrotados y capturados todos sus miembros. Más de cinco caballos fueron muertos y los restantes cautivos fueron sacrificados en los altares de los dioses prehispánicos. De acuerdo a investigaciones arqueológicas se han encontrado cráneos de origen europeo y hasta uno de una mulata. Se ha encontrado espadas, dagas, así como restos de porcinos domesticados traídos desde Cuba ya que no existían en México. En total murieron mas de 50 españoles y cerca de 300 indígenas aliados (otomíes, cempoaltecas y tlaxcaltecas principalmente). Con la ayuda de datos históricos se llegó a la conclusión que fueron sacrificados durante la fiesta principal de Huitzilopochtli; el Panquetzaliztli. Los habitantes de Tecoaque-Zultepec estuvieron preparándose para la defensa de su poblado, sin embargo los españoles y sus aliados tardaron en aparecer debido a que habían sufrido la derrota de la “Noche Triste”. Meses después al enterarse que Tenochtitlán había caído, decidieron abandonar el poblado. Cuando por fin llegó Gonzalo Sandoval con un batallón para castigar a los acolhuas, se llevó una gran sorpresa al leer en una pared escrito con carbón:
“Aquí estuvo preso el sin ventura de Juan Yuste”.
Uno de los jinetes del grupo que seguramente terminó sus días en el techcatl del templo de algún dios prehispánico.
Espero les haya gustado este relato que forma parte de la historia olvidada de nuestro país. Si se encuentran cerca de Texcoco o Calpulalpan no duden en visitar la zona arqueológica de Tecoaque-Zultepec, pues posee gran cantidad de estructuras de las cuales llama la atención el gran templo circular dedicado para Ehecatl Quetzalcoatl.
Acceso: En el kilómetro 33 de la carretera federal México – Veracruz (N° 136), punto donde es necesario tomar una desviación ubicada en el margen sur, misma que conduce, sobre un camino de terracería, hacia la unidad de servicios, entrada a la zona arqueológica. El visitante puede arribar al sitio por medio del transporte público.
Excelente información, es grato saber que aun hay sitios donde se expone la historia que muy pocos saben.
Saludos
¡Muchas gracias por tu comentario, César!