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Por Enrique Ortiz.
El que podríamos denominar como el mayor gobernante de la ciudad maya de Palenque -dueño de la máscara de jade más famosa del mundo, una de las piezas más valiosas de nuestro pasado prehispánico-, no tuvo una infancia sencilla. Llevaba por nombre K´inich Janahb´Pakal II, lo que significa Resplandeciente Escudo Ave-Janahb´. Este gobernante nació un 23 de marzo de 603 probablemente en el exilio debido a que sus padres se vieron forzados a abandonar la ciudad de Palenque por la guerra que llevaban a cabo el reino de Kaan, Calakmul (Campeche). En el año 605 d. C. subió al trono de Palenque su abuelo materno, Pakal I, el cual parece que murió en guerra o sacrificado en el año de 612 debido a otro ataque de Calakmul, suceso que se volvió a repetir en octubre del mismo año cuando un nuevo gobernante palencano llamado Muwaan Mat, a pesar de reestablecer el orden en Palenque, tuvo que huir por su vida debido a reiterados ataques que tuvieron como resultado el incendio y destrucción parcial de Palenque.
Después de esta serie de ataques, los padres de Pakal II volvieron a establecerse en Palenque al mismo tiempo que se fundaba una capital alternativa en Tortuguero, Tabasco por otro noble palencano llamado Ik´ Muuy Muwaan I. Esta acción causaría una intensa rivalidad entre Palenque y Tortuguero por la legitimidad del linaje gobernante. Es interesante mencionar que Pakal II accedió al trono debido a su madre Sak K´uk´, quien tenía sangre real palencana. Su padre era una noble con un menor peso llamado K´an Mo´Hix. Finalmente el 26 de julio de 615 d.c. Pakal II fue “coronado” teniendo apenas 12 años, razón por la que sus padres fueron los depositarios del poder real hasta que su hijo alcanzó la mayoría de edad. Se tienen 4 hijos registrados del gobernante Pakal II, siendo su heredero K´inich Kan B´ahlam nacido en al año 635. Para el año 659 Pakal II por fin pudo tomar venganza al capturar en batalla a los gobernantes de Santa Elena, Pomoná y un dignatario de Piedras Negras, ciudades aliadas de Calakmul -el gran enemigo de Palenque-. Estos prisioneros fueron “devorados por los dioses” o en otras palabras sacrificados para el favor divino. Esta información la conocemos debido a un texto del Templo de las Inscripciones y a las diferentes estelas de las ciudades involucradas. Uno de los beneficios de esta campaña fue el control total que Palenque ejerció en la zona del bajo Usumacinta (Norte de Chiapas y frontera con Tabasco), y el fuerte tributo que se le impuso a la ciudad de Pomoná.
Lo más significativo del reinado de Pakal II fue su gran actividad constructiva en la ciudad de Palenque, la cual aún maravilla a nacionales y extranjeros. Esta actividad constructiva se pudo realizar debido al gran esplendor económico y militar que disfruto Palenque a partir de la consolidación de su gobierno. Entre las obras más importantes se encuentra el Palacio de Palenque, un complejo con funciones administrativas y religiosas del reino; y el Templo de las inscripciones, lugar donde cientos de años después (1949) se encontraría la tumba real de Pakal II. También fue parte de su programa constructivo el templo XIII, lugar donde sería encontrada la tumba de su esposa, la Reina Roja Roja Tz´ak-b´u Ajaw, en el año de 1994.
Finalmente Pakal II murió en el año de 683 a la edad de ochenta años y fue sepultado en el interior del Templo de las Inscripciones, un monumento que perpetuaría su memoria y la de sus antepasados dinásticos. Dentro de este gigantesco mausoleo, en un una cámara funeraria llamada “La Casa de los Nueve Acompañantes” (debido a las pinturas murales de nueve personajes que representan a los señores de la noche o Bolontiku), reposaría en un gigantesco sarcófago de piedra cubierto por una lápida de 3.80 cm de longitud por 2.20 cm de ancho. En este gigantesco lienzo se ve al cuerpo de Pakal emerger del primer cienpies de los huesos blancos. Sobre su cuerpo se ve el árbol que sostiene el cielo en el mundo maya que también representa los 4 puntos cardinales, la ceiba. El gobernante está a punto de iniciar su viaje a través del inframundo Xibalbá para posteriormente renacer en la tierra como representante del dios del Maíz el K´uhul Ajaw, el rey divino maya, el de la voz potente. De este grabado parten las teorías que los mayas tuvieron contacto con seres extraterrestres o tenían naves espaciales. Nada más falso.
Debajo de la lápida se encontró el fantástico ajuar del gobernante de Palenque en el cual estaba incluida su máscara mortuoria compuesta de 340 piezas de jade, las cuales se cree que fueron traídas desde Guatemala para su elaboración. La osamenta de Pakal II fue cubierta con cinabrio, mineral de la clase de los sulfuros que destaca por su intenso color rojo bermellón. El color rojo estaba relacionado con el oriente, lugar por donde resucita el sol cada mañana. Así fue como llegó a nosotros el gran gobernante de la ciudad de Palenque, en Chiapas.
Bien capturado el tema, pero una sugerencia, un poco más, ya que es
una buena lectura.