#FICM2014: ‘Foxcatcher’, la impresionante paranoia de Steve Carell

Por Asfaltos.

Debo confesar que iba al cine con muchas expectativas. Y es que hay algo en Steve Carell que hace que de inmediato me caiga bien, como supongo a otros muchos que le han seguido en su carrera cómica. Su cara, indiscutiblemente, está ligada a las risas. Por eso verlo en Foxcatcher tenía algo de morbo. ¿Un papel serio en el cual destacar? Steve lo logra con éxito.

#FICM2014: ‘Foxcatcher’, la impresionante paranoia de Steve Carrel.

Basada en una historoa verdadera, Foxcatcher es una película tremendamente emocionante. La cinta narra el encuentro del medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984, Mark Schultz, con el multimillonario norteamericano -entusiasta de los deportes- John Eleuthère du Pont.

Dirigida por Bennett Miller, con las actuaciones estelares del ya mencionado Steve Carell, así como de Channing Tatum y Mark Ruffalo, Foxcatcher es una película que encantará a quienes gustan de las películas sobre deportes, pero también a quienes gustan de dramas e inclusive del suspenso.

Con grandes emociones que mantendrán a los espectadores al filo de las butacas, lo primeramente llamativo en Foxcatcher es la actuación de Carell; quien bajo un gran trabajo en maquillaje es casi imposible de reconocer facialmente, ya que la única pista de saber que se trata de él es su voz.

Carell se luce. Está verdaderamente extraordinario en su papel del paranoico esquizofrénico John du Pont, quien luce tremendamente espeluznante. La figura del multimillonario que adopta deportivamente a Mark Schultz es suficientemente convincente como para temerle y comprender los sucesos que transcurrirán a lo largo de la película.

Injusto sería no destacar los papeles de Tatu y Ruffalo, así como la dirección de Miller, quien logra una extraordinaria cinta.

Sin ganas de decir mucho más para no echarles a perder la sorpresa de ver Foxcatcher en cines (ésta sí podrán verla en estreno comercial), les comparto que salí sumamente emocionado de la película. Vale cada uno de los 130 minutos que dura, que por cierto, se pasan veloces y dejándonos sobre todo con la sensación de haber visto una de las mejores películas de 2014.