Por Janette Alle Tamer.
Santa Sabina es una banda formada en 1988 por Rita Guerrero en la voz, Alfonso Figueroa en el bajo, Pablo Valero en la guitarra, Patricio Iglesias en la batería y Jacobo Leiberman en los teclados; el nombre de este grupo honra la memoria de María Sabina, una famosa curandera mazateca famosa por el uso de hongos. En este mes de octubre, siendo el mes de la concientización sobre el cáncer de mama, queremos dedicarle esta edición de Miércoles nostálgico a su vocalista, Rita Guerrero, quien falleció en 2011 a causa de esta enfermedad.
Su música es inusual, teniendo como base rock progresivo pero fuertes influencias de jazz y rock gótico. Además, su música era reconocible debido a la voz de Rita, quien contaba con un amplio rango vocal y realizaba grandes interpretaciones; también se caracterizaba por sus elementos teatrales y sus letras con temas místicos, fantásticos y espirituales.
Santa Sabina estaba conformada por grandes músicos de gran afinidad artística; su formación se dio con el fin de exteriorizar inquietudes artísticas. Las salidas y llegadas de algunos de sus miembros provocaron cambios en su sonido, pero nunca modificaron su esencia. Los miembros que llegaron a formar parte en algún momento de la historia de esta banda son: Rita Guerrero (voz), Luis Alfonso Figueroa (bajo), Alejandro Otaola (guitarra, sítara y programaciones), Julio Díaz (batería), Leonel Pérez (teclados y violonchelo), Aldo Max (saxofón), Rodrigo Garibay (safoxón), Jacobo Líberman (teclado), Juan Sebastian Lach (teclado), Pablo Valero (guitarra), Patricio Iglesias (batería) y Pablo Lach (batería).
Realizando conciertos underground, así como en programas de televisión y de radio, sus primeros temas fueron ganando popularidad hasta que en 1992 firman con BMG bajo un sub-sello dedicado a difundir las nuevas propuestas de rock en México, Culebra Records, con quien lanzaron su primer álbum homónimo. De aquí se extraen grandes canciones como Azul casi morado, No me alcanza el tiempo, Qué te pasó y otros grandes temas.
En 1994 graban Símbolos, con piezas como Nos queremos morir, Estando aquí no estoy y Miedo. Sus temas oscuros y su estilo con rasgos jazzísticos y góticos se hacen más notorios. En 1996, lanzan su tercer álbum, Babel, el cual es considerado como su obra más conceptual, logrando plasmar por medio de canciones la vida de un ser humano, desde su nacimiento hasta que “se encuentra con sí mismo”. De este álbum se desprenden sencillos como El ángel, La garra y El reino perdido. Este álbum fue el último que se realizó con Culebra Records, pues desaparecieron a finales de 1996 y rompieron relaciones con BMG en 1998.
Sus siguientes álbumes fueron producidos de manera independiente. En su álbum Mar Adentro en la Sangre, lanzado en 2001, se plasmó su gusto por el expresionismo alemán en grandes sencillos como Sueño con serpientes, Ojalá fuera tu voz y La daga. En 2003, lanzan su último álbum de estudio, Espiral, con grandes temas como Invitación, Plegaria y Ecos de la piel.
En 2004, además de celebrar sus quince años de carrera artística, deciden tomar un año sabático con el fin de renovar energías y replantear el curso de sus vidas, por lo que cada integrante se enfocó en sus proyectos alternos. Sin embargo, regresaron a los escenarios en 2008 para el Vive Latino y una breve gira, y en 2010 en un concierto para apoyar a Rita Guerrero por su enfermedad. Esta fue la última vez que tocaron todos juntos, siendo una noche sumamente emotiva, ya que el 11 de marzo del 2011 Rita falleció debido a su enfermedad.
Santa Sabina era una gran banda, con músicos sumamente talentosos que desarrollaron un género distinto del resto de las bandas comúnmente reconocidas, por lo que su música trascendió y lo seguirá haciendo.
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