Antes que nada he de decir que yo respeto cualquier creencia. No está de más la aclaración en uno de los países más católicos del mundo. Tanto es el fervor, y hasta el poder religioso en este país, que quizá uno de los motivos más importantes para la independencia nacional estuvo precisamente relacionado a la Iglesia.
Hace algunos años me encontré con un libro escrito por el comunicólogo, investigador y doctor en humanidades Juan Miguel Zunzunegui. Con 300 artículos en temas diversos como turismo de aventura, historia mundial y de México, política, religión y actualidad internacional, Zunzunegui no es ningún improvisado. Sus diplomados, entre los que destaca el de Las grandes mentiras de la historia de México, han sido siempre muy celebrados.
Publicado en 2011 bajo el sello de Grijalbo, La diosa y la serpiente es antes que nada una novela histórica. Lejos quizá del rigor de un texto histórico como tal, La diosa y la serpiente es sin embargo un texto que no desprecia el valor de su disciplina; acercándose quizá -como valor agregado y gracias a su formato- a un público más general siempre ávido por esa historia «no oficial» de muchos de los hechos con los que fuimos inculcados.
A través de tres historias con las que el autor aprovecha a desmitificar a algunos héroes nacioales como Fray Servando Teresa de Mier y José María Morelos, así como a los mitos detrás de Quetzalcóatl y la Virgen de Guadalupe, La diosa y la serpiente (que funje también como secuela del libro El misterio del águila) es un entretenido viaje por la desmitifiación de la historia de bronce que tanto nos han tatuado a través del sistema educativo nacional.
Quizá uno de los puntos más controvertidos sea precisamente el que aborda el autor sobre la Virgen de Guadalupe. Y es que hoy, con motivo del 12 de diciembre de 2014, vale la pena adentrarse en un libro que nos muestra cómo el culto hacia este símbolo religioso se remonta a los tiempos mismos de la conquista; tiempos en los que el sincretismo logró la fusión de la diosa pagana Tonantzin con las tradiciones cristianas de los frailes españoles.
Con muestras de momentos que sí sucedieron como la disputa entre órdenes religiosas (jesuitas y franciscanos) por el control de la promoción de culto en nuestro país; así como la desmitificación de la creencia popular de que los mexicas confundieron al conquistador español Hernán Cortés con QUetzalcóatl (invento de acuerdo al autor de los franciscanos), La diosa y la serpiente no es un libro obligado, pero sí una lectura recomendada.
Ojo, aquí no se trata de ofender a nadie, sólo se trata de promover una lectura que a algunos gustará, y a otros no. Vamos, como la vida misma.
La diosa y la serpiente está de venta en librerías mexicanas vía editorial Debolsillo Premium.
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