- Tweet
Por Enrique Ortiz.
A través de la historia de México han existido diversos héroes y villanos que se hacen acompañar de hechos de gloria o realmente vergonzosos. Inclusive muchos de estos personajes en los hechos que realizaron a través de su vida distan mucho de lo que se enseña en primarias o secundarias como parte de la historia oficial promovida por el Estado.
Sin embargo existen pocos héroes prehispánicos en el saber colectivo de nuestro pueblo, y los pocos que reconocemos son de los mexicas que participaron en la heroica defensa de su ciudad Mexico-Tenochtitlan. Hablo principalmente de dos, Cuauhtemoc y Cuitlahuac a pesar de que existen muchos más que dieron su sangre frente al invasor castellano. No olvidemos que el periodo prehispánico va más allá de la caída de Mexico-Tenochtitlan. A pesar de que actualmente contamos con pocos registros de las personas que vivieron en el periodo Formativo y en el Clásico (a excepción dela zona maya), sí tenemos basta información sobre el Periodo Posclásico sobre todo en el altiplano mexicano.
Para que no sean olvidados estos hechos heroicos, les quiero platicar sobre un gran guerrero de origen otomí-tlaxcalteca llamado Tlahuicole. Corría el año de 1515, Motecuhzoma Xocoyotzin era Huey Tlahtoani de Mexico-Tenochtitlan desde 1502 y faltarían 4 años para la llegada del grupo de aventureros encabezados por Hernando Cortés. En este mismo año, una gran carestía y hambruna azotó el valle de Tlaxcala-Puebla, situación que fue agravada debido a las constantes incursiones de la Triple Alianza, dirigida por los mexicas de Tenochtitlán.
Recordemos que el valle de Tlaxcala-Puebla -con sus diferentes ciudades- poseía una precaria independencia y estaba rodeada por los territorios conquistados de la Triple Alianza, por lo que también sufría de un aislamiento económico-comercial que incluía la prohibición de la sal para preparar alimentos, hasta de los artículos de lujo como algodón, jade y plumas de quetzal, entre otros. Motecuhzoma había decidido que continuaría con las guerras floridas Xōchiyaoyōtl de forma metódica para debilitar a sus empecinados enemigos tlaxcaltecas.
Esta política de estrangulamiento había afectado en mayor medida a Huexotzingo (actualmente Estado de Puebla) y dadas las circunstancias de hambruna que existían en todo Tlaxcala-Puebla, parece que su territorio y población fueron víctimas de incursiones tlaxcaltecas en busca de alimento. Como consecuencia los nobles huexotzingas pidieron apoyo militar a Motecuhzoma y también víveres, a lo cual Motecuhzoma respondió afirmativamente ya que era una gran oportunidad para conseguir un aliado más al otro lado de las montañas. La respuesta oficial por la Triple Alianza fue invitar a la población de Huexotzingo a tomar refugio temporal en territorios cercanos a Tenochtitlan, tomar rehenes entre sus gobernante, y dirigir sus fuerzas militares a dicha ciudad. Esta maniobra comprometía totalmente a Huexotzingo con la Triple Alianza y dejaba aún más aislada a las poblaciones de Tlaxcala, por lo que de inmediato Motecuhzoma realizó preparativos para una nueva guerra contra la eterna enemiga de Tenochtitlan.
Recordemos que Tlaxcala en esos tiempos estaba dividida en las 4 cabeceras Tepecticpac, Ocotelolco, Tizatlán y Quiahuiztlán, así como rodeada por un anillo de diferentes poblaciones otomíes infestadas de guerreros. Si a estos factores añadimos las fortificaciones y las barreras naturales como montañas y ríos, estamos hablando de una verdadera fortaleza.
En un principio los mexicas fueron solos a la guerra contra Tlaxcala, sin embargo al no ver resultados tácticos solicitaron la ayuda de sus tributarios y de los otros componentes de la Triple Alianza: Tlacopan y Tezcuco. A pesar de estos refuerzos las maniobras militares se empantanaron después de 20 días de combate. Debido a esta razón y a la gran cantidad de bajas que ambos bandos sufrieron, las tropas mexicas regresaron a Tenochtitlan con un gran premio de consolación para su Tlahtoani: el gran guerrero y campeón Tlahuicole, junto con muchos más guerreros ilustres.
A partir de este punto existen dos versiones principales sobre el destino que sufrió el gran guerrero otomí, una está basada en la Crónica X escrita por descendientes mexicas, y la otra escrita por Diego Muñoz Camargo en su Descripción de la Ciudad y Provincia de Tlaxcala.
En la primera versión cuando el gran guerrero “de quien temblaba toda la tierra” se presenta frente al gran Tlahtoani, carece de toda soberbia, besando las manos de Motecuhzoma a quien le pide además perdón por la ofensas cometidas. El Tlahtoani al ver su comportamiento le dirige palabras de consuelo, lo aloja como uno de los suyos y lo llena de insignias militares. Este era el protocolo militar dado a todos los grandes campeones enemigos capturados previo a su sacrificio. Al pasar los días el Tlahtoani se entera que Tlahuicole llora amargamente por extrañar a sus mujeres e hijos. En esos tiempos que un cautivo para sacrificio llorara era un mal presagio, por lo que Motecuhzoma muy enojado le reprocha su cobardía y le concede su libertad para que vaya con sus mujeres. Los guardias de Tlahuicole reciben la orden de dejarle de dar alimentos y dejarlo ir y venir a su gusto. Al oir esto el gran campeón tlaxcalteca entra en una profunda depresión por lo que sube a un templo en Tlatelolco y se deja caer por los aires cometiendo suicidio. Los mexicas al ver al gran campeón ya muerto deciden quitarle el corazón y ofrecerlo a los dioses. ¿Acaso esta historia es propaganda mexica? Veamos ahora la narración del tlaxcalteca Camargo.
De acuerdo con este autor Tlahuicole era bajo, fornido y contaba con una fuerza colosal. Fue capturado por los huexotzingas debido a que el campeón estaba metido en un pantano hasta la cintura. Para transportarlo lo encierran en una jaula de madera de la cual es liberado cuando es presentado frente a Motecuhzoma quien le ofrece su libertad (inaudito, seguramente falso). El campeón se niega y reclama su derecho de ser inmolado como sus ancestros. El hábil Tlahtoani decide darle el mando de un ejército mexica que estaba a punto de partir a las tierras purépechas de Michoacán para conseguir oro y plata, materiales muy abundantes en esa región. La campaña fue un éxito, al grado que Motecuhzoma le vuelve ofrecer su libertad a Tlahuicole, quien se niega y exige morir en el sacrificio gladiatorio o de rayamiento en la fiesta de Xipe Tótec (Tlacaxipehualiztli). El Tlahtoani lo mantiene en su palacio y le permite traer a sus familiares mientras llega la fecha de su muerte. Durante 8 días Tlahuicole se deja consentir con banquetes y bailes en su honor. Incluso se sabe que en uno de esos banquetes le sirvieron en un guiso el sexo de su esposa sacrificada. ¿Acaso será verdad?
Finalmente Tlahuicole sube al temalacatl para ser atado del pie y enfrentarse a su muerte a través del sacrificio de rayamiento. El gran campeón logra derrotar según las fuentes a ocho adversarios mexica, 4 cuauhpilli y 4 ocelopilli, para posteriormente ser derrotado debido a la pérdida de sangre y cansancio de tantos combates.
¿Qué versión será la más cercana a la realidad? Es evidente que ambas crónicas tienen puntos de vista encontrados de dos estados enemigos, pero gracias a esa diversidad de fuentes se pueden enriquecer más los relatos históricos.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.