Por Juan Pablo Del Valle.
Con ganas de nuevas experiencias sonoras, músicos, medios, patrocinadores y entusiastas nos dimos cita en la colonia Roma, una de las «casas del gran hype musical» que se gesta, ya no solo en la ciudad de México, si no en nuestro país, todo con motivo de conocer más acerca de lo que vamos a vivir durante el 14 y 15 de noviembre en el Festival Ajusco.
Créanme que la 4ta edición del festival viene para dar un golpe sobre la mesa y abrir paso a su consagración como uno de los festivales más atractivos para todos los adictos a las descargas de adrenalina que solo la música en vivo sabe generar.
Primero hay que hablar del lugar. Una zona boscosa llena de mística y belleza natural, donde respirar aire puro para que lo pulmones rindan más y tanto bandas como asistentes pasen con honores esto de la gritadera y la socialización. Lejos del asfalto y el smog, pero sin salir de nuestra querida ciudad, se antoja mucho que llegue noviembre.
La ubicación del evento permite al festival a que pasen cosas muy distintas a los típicos festivales de ciudad. Tendrás la posibilidad de acampar y despertarte al día siguiente para asistir a una clase yoga, y después empezar el día con un jugoso desayuno gracias a la nueva zona gourmet donde todos vamos a encontrar algo porque ya saben «barriga llena corazón contento».
Otra de las grandes apuestas que tiene el festival para las actividades al aire libre es el recorrido en bici organizado por Beasy Riders. Y para apagar la sed que mejor que unas buenas chelas en el oktoberfest organizado por reina y Paulaner.
Pero un festival no sería nada sin el talento artístico que se presenta. Aquí es donde el festival Ajusco me sorprendió. Usando de manera muy inteligente sus alianzas con colectivos como Marc Monster, Sociedad Subterránea, Aquí No Hubo Escena, Concierto Cable, y una enorme campaña de difusión y guerra de bandas usando la plataforma de música en vivo más importante a nivel mundial Sonicbids, se logró atraer al mejor talento nacional e internacional.
Después de muchas risas, cervezas, comida gourmet, guitarrazos, gritar, corear canciones, nuevos amigos, apapachos y besos en las tienda de acampar, sin duda alguna el Festival Ajusco va a ser el nuevo festival favorito de muchos.
¡Pruébenlo!
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