‘La calaca’, de Botellita de Jerez

Por Asfaltos.

Hace unas semanas entrevisté a una cantante argentina que me contaba que se sentía atraída, en muchos sentidos, por la forma en la que se conmemora la muerte en México; le pregunté, obviamente, si ya se había dado un rol el Día de Muertos y la respuesta fue no. Amplío la pregunta, por si acaso, ¿ustedes lo han vivido? ¿Se han metido a un panteón en noche de Día de Muertos?

 

La forma en la que se conmemora la muerte en México es definitivamente muy particular. Claro que está llena de elementos ajenos a las culturas prehispánicas, y claro que tiene elementos de la misma, ¡se supone que es una tradición mexicana y México es una combinación de culturas! Ya lo han abordado acá en Reconoce MX quienes saben del tema, pero tanto Día de Muertos como Halloween tienen raíces mutuas, así que basta con la guerra de «cuál es la mejor».

Evidentemente estoy y estaré siempre a favor del cuidado de nuestras tradiciones, por ello, el día de hoy en Martes asfaltoso, la melodía lleva como referencia el Día de Muertos; pero con ese sabor tan picarezco de nuestra cultura. No podría ser de otra cuando los autores de «La calaca», la canción que les presento hoy, son los Botellita de Jerez.

La banda formada en 1983 y que hoy sigue activa, incluyó «La calaca» en su álbum «Niña de mis ojos» (1989) que muchos conocemos precisamente por la canción que da nombre al material. Además de «La calaca», destaco «Mi taza de café», «Hoy», «Hormigas», «Favor de llenar con letra molde» y «Que se acaben los guapos» -ésta una divertida canción que seguramente compartiré en esta columna en un futuro-.

Por cierto, hay que destacar que para el «Niña de mis ojos» la agrupación vivió cambios importantes que impactaron en su sonido, ya que si bien la esencia de la banda permaneció, se destacó un sonido más cuidado que se escucha de inmediato en «La calaca» que comparto hoy.

Sin más, y esperando la canción sea de su agrado, me despido que debo acabar mi ofrenda de Día de Muertos… no vaya a ser que por quedar mal alguien me vaya a jalar las patas. ¡Ay nanita!