«Victoria», noche vertiginosa de una española en Berlín

Por Asfaltos.

«Victoria», del alemán Sebastian Schipper, es un viaje vertiginoso por la aventura de una noche de la veinteañera española Victoria por la ciudad de Berlín. La cinta, protagonizada por la española Laia Costa y el alemán Frederick Lau, es una aventura que mantiene desde el inicio al espectador al filo de su butaca.

La trama es sencilla, Victoria, de quien aprendemos a los pocos minutos sobre su sentimiento de soledad, abandona por la madrugada un club en Berlín para encontrarse con un grupo de cuatro alemanes que le invitan a seguir la fiesta. Tímida, pero atraída por un pequeño gesto de amabilidad, Victoria se ve de pronto en medio del cuarteto de muchachos que la llevan a adentrarse por las calles de Berlín.

Visualmente, y con la memoria tan fresca de lo sucedido con la «Birdman» (2014) de Alejandro González Iñárritu, la similitud no puede sernos ajena; sobre todo si le sumamos a la ecuación la iluminación natural con la que cuenta «Victoria» (y que tanto presumen ahora para la próxima cinta del mexicano). Quizá ambos elementos son dos guiños inconscientes al trabajo de la  pareja mexicana del «Negro» González Iñárritu y el «Chivo» Lubezki, pero ahí están.

Apartando esa curiosidad que saltó a mi mente, la cinta no tiene nada más que ver con la «Birdman» mencionada. Por otro camino, en un angustiante captura de un evento que no voy a estropearles, el manejo de cámara de Schipper y su trabajo con los actores destacan por lograr capturar la sensación de los personajes y trasladarla hacia los espectadores, que como ellos, padecemos cada una de las acciones; desde la angustia de quien se coloca al filo del techo de un edificio alto, hasta quienes como Victoria y sus amigos viven la noche que nos presenta la cinta.

Grata sorpresa fue encontrarse con esta película a la que probablemente su cartel para la promoción mexicana no haga justicia. Pero vale, entendiendo que la idea tampoco es estropear nada, a pesar del arte que puede parecernos indiferentes, habría que adentrarse a una cinta que no deja indiferente a quienes se permitan verla; pero sobre todo, que agradará por su propuesta distinta al común denominador de lo que es posible encontrarnos en cartelera.

Difícil es no querer escribir más sobre la cinta, pero que ésto sirva como una invitación para que se lancen al cine y disfruten de una muy sincera recomendación que les invito a platicar en los comentarios bajo esta nota.

Con imágenes cortesía de Mantarraya.