¡Qué viva la melancolía! ¡Dos noches con Steven Wilson!

Texto por Ana Sof Solís.
Fotos por Marifer Quintana Barbosa.

El Plaza Condesa se inundó de sentimientos cuando el rock progresivo de Steven Wilson comenzó a sonar.

A pesar de que las dos noches tuvieron formatos diferentes, en ningún momento se perdieron las emociones de cada uno de los fans que coreaban canciones llenas de nostalgia, melancolía y amor.

NOCHE 1

La cita del viernes 11 de marzo fue en punto de las 21:00 horas. A pesar de que muchos de los asistentes llegaron temprano para tomar su lugar, El Plaza tuvo lleno total desde antes.

Como buen inglés, puntualmente las luces se apagaron y comenzó a rodar el video introductorio de los departamentos para luego dar inicio a la primer canción de la noche, «First Regret». Al momento de salir, nos percatamos de los nuevos músicos que acompañaban a Steven esa noche. El baterista y el guitarrista no eran ni Marco Minemann ni Guthrie Govan, en su lugar estaban dos brillantes músicos británicos: Dave Kliminster (guitarrista principal de Roger Waters) y Craig Blundell (¡genio!) en la batería.

Al terminar la segunda canción de la noche, «3 years older», Steven presentó la dinámica del concierto y comentó que éste se dividiría en dos partes. La primera parte se trataría únicamente del álbum «Hand.Cannot.Erase.», disco que lo trajo a México el año pasado después de una extensa gira por Europa, Latinoamérica y Canadá.

Así presentó la canción con el título del álbum, a lo que siguieron gritos y aplausos del público. Las canciones sonaban una a una como están en el orden del disco, «Perfect life», «Routine», «Home invasion»… A pesar de que esa noche no estuvo Ninet apoyando vocalmente, su voz estaba presente junto con la de Wilson.

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Mientras el video de «Routine» se proyectaba detrás de la banda, un sinfín de sentimientos invadieron a los presentes quienes cantaban a la par de las voces y aplaudían en las partes críticas de la canción. «¿Les gustan las canciones tristes?», preguntó Steven Wilson antes de presentar «Routine»; «si no les gustaran, no estarían aquí…», se contestó entre risas, para posteriormente comentar que canción que tocaba era la más triste que había escrito, y que a pesar de escribir sobre la melancolía, él no es una persona depresiva, solamente que disfruta contagiar esa tristeza a los demás.

Durante la canción «Home Invasion» hubo una falla en el audio que nos hizo saltar a todos, ya que una de las bocinas tronó tan fuerte que por unos segundos se perdió el sonido en el lugar. Los músicos no dejaron de tocar, y la falla se arregló rápidamente mientras todos nos acostumbrabamos nuevamente al sonido natural de los instrumentos.

La primera parte del concierto concluyó con la canción «Ascendant here on…» (última canción del álbum «Hand.Cannot.Erase.»), y a continuación de ésta hubo un intermedio de aproximadamente 25 minutos.

El ambiente en la segunda parte del concierto se puso más progresivo. Wilson presentó su nuevo EP «4 ½» que contiene seis canciones previamente grabadas antes de lanzar sus dos álbumes de estudio, «Hand.Cannot.Erase.» y «The raven that refused to sing».

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La primer canción después de este corto intermedio fue «Dark matter», en donde los presentes gritaron y reconocieron la cancion atrás de su época de Porcupine Tree.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Steven Wilson mencionó la muerte de David Bowie, a quien quiso rendirle tributo tocando «Lazarus», una canción de Porcupine Tree en la cual el protagonista se llama David. El propio Bowie también tiene una canción titulada «Lazarus» por lo que para los presentes fue una manera muy emotiva de recordarlo: Wilson cantándole a David su propia versión de la melancolía.

Al pasar la noche se escucharon más canciones de Porcupine Tree y muchas del nuevo EP, como «Index», «Vermillioncore» y «My book of regrets». En esta parte de la noche, una tela blanca cayó delante del escenario en la que se proyectaron imágenes acordes al ritmo de la música.

Para concluir la primera noche de concierto, Steven prometió tocar dos canciones, la que eél considera que es su canción más «pegajosa», y la que él dice que es la mejor canción que ha escrito.

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La primera fue EThe sound of Muzak», canción con la que todo El Plaza bailó y cantó. Sin embargo estos sentimientos se fueron enseguida, ya que la segunda y última canción fue «The raven that refused to sing», una canción triste y muy emotiva con la cual los excelentes músicos de la noche se despidieron y dieron las gracias a todos los que estuvieron presentes esa noche.

Misión cumplida, la primer noche se había acabado ¡pero faltaba la segunda!

NOCHE 2

Con un día de descanso, Steven Wilson nos citó el domingo 13 en punto de las 20:00 horas. La noche volvió a comenzar con el video de los departamentos, momento con el cual fueron entrando uno a uno los integrantes de la banda. El concierto comenzó con canciones del álbum «Hand.Cannot.Erase.», pero justo antes de comenzar la tercer canción, Wilson invitó al escenario a Ninet Tayeb quien cantó la canción que lleva como título el mismo nombre que el álbum.

Ninet fue la primera de varias sorpresas de la noche, y fue recibida con aplausos y chiflidos de todo El Plaza.

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Nuevamente se escuchaba el orden original del disco «Hand.Cannot.Erase.» para la primera parte del concierto, la cual culminó con «Happy returns» y «Ascendant here on».

Se prendieron las luces del lugar mientras la banda se iba y comenzaba el intermedio que duró aproximadamente media hora.

De la nada se apagaron las luces mientras sorpesivamente sonaba «Drag ropes», canción de Storm Corrosion, proyecto de Steven Wilson y Mikael Åkerfeldt (cantante de Opeth).

A continuación siguieron canciones de Porcupine Tree como «Open car», «Lazarus» y «Don’t hate me».

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Con respecto a esta última, Steven Wilson mencionó que a pesar de que esta canción salió con Porcupine Tree, él siempre la imaginó como un dueto, razón por la que él la incluye en «4 ½» junto a Ninet Tayeb.

Después de grabar algunos Snapchats, Wilson tomó su guitarra acústica y en la parte de atrás apareció una foto de David Bowie. Junto con Ninet, tocaron y cantaron «Space oddity» mientras el público cantaba rindiendo homenaje a Ziggy Stardust. Este momento fue definitivamente uno de los más emotivos de la noche, y entre luces encendidas , la gente comenzó a llorar.

Para terminar la noche y darle fin a las presentaciones en Ciudad de México, Steven cantó la pegajosa «The sound of Muzak» mientras Dave hacía las melodías con la voz. La noche no podía terminar sin antes presentar a sus talentosos músicos. Nick Beggs en el chapman stick, Ninet Tayeb en la voz, Adam Holzman en los teclados, Dave Kliminster en la guitarra y Craig Blundell en la batería.

A pesar de que las presentaciones de Steven Wilson en El Plaza terminaron, el músico volvió a sonar hoy lunes 14 de marzo como parte de la Soundcheck Xpo que se realiza en WTC.