Todos podemos ayudar para un aire más limpio

Por Enrique Figueroa Anaya.

Quienes vivimos en Ciudad de México revivimos ayer martes 15 de marzo algo que por 14 años no habíamos experimentado. Fue el 18 de septiembre de 2002, bajo el gobierno del entonces jefe de gobierno Andrés Manuel Lóopez Obrador, cuando los capitalinos vivimos la que hasta ayer había sido nuestra última contingencia ambiental. Grandes concentraciones de ozono provocaron una de tantas crisis que pensamos olvidadas en la capital mexicana.

Parece irónico, después de que hace una semana nos quejáramos por los fuertes vientos en la capital, mismos que limpiaron también los cielos de Ciudad de México, la situación ahora es contraria; los vientos son débiles y la mugre que se encuentra encima de nosotros no se mueve. La espesa bruma de contaminantes flota sobre una población de más de 20 millones de habitantes.

Entre los dimes y diretes que avienta el jefe de gobierno actual, Miguel Ángel Mancera, a los gobernantes incluidos en la zona metropolitana capitalina conformada por 76 municipios de tres Estados, hay que aceptar que todos los que vivimos en Ciudad de México tenemos también algo de responsabilidad al respecto. Sí, se han aplicado medidas extraordinarias añadidas a las que ya vivimos como el «Hoy No Circula», ¿pero qué podemos hacer nosotros para contribuir a un aire más limpio? Aquí algunas recomendaciones:

USA MENOS EL AUTO

• ¡Cierto, Ciudad de México está tan mal ¿diseñada? que el auto resulta en muchos casos indispensable! Pero podemos hacer algo… Por ejemplo, si usas el auto para ir al supermercado varias veces a la semana, hazlo solo una. Compra todo lo que necesites de una vez.
• Comparte el auto con vecinos o compañeros de escuela o trabajo con los que puedas hacerlo. Te sorprenderías de la cantidad de gente que viaja únicamente en un auto; y de lo poco que se comparten estos transportes.
• Si puedes, utiliza metro y autobuses para transportarte. Si no es un vía crucis, verás también que hasta ahorrarás algo de dinero.
• ¿Trayectos cortos? Usa tus pies o tu bicicleta.
• Ahora que si no hay de otra y debes usar el auto, mantenlo en buenas condiciones. Es importante que utilices un buen aceite, evites largas filas y si puedes estcionarte y entrar caminando a donde vayas; y sí, chécale el aire a tus llantas, eso funciona para tener un mejor desempeño de tu transporte.

CAMBIA TUS HÁBITOS DE CONSUMO

• Cuando vayas a hacer el «súper», prefiere productos locales y de preferencia en tiendas pequeñas; los productos de tiendas comerciales suelen ser importados, y sí, eso impacta en la calidad de nuestro aire. Lo mismo aplica para la ropa; busca ropa producida en nuestro país, puedes checarlo en las etiquetas.
• Ya sé que comprar por internet es una gran comodidad, pero si te queda cerca o de paso algún local que venda los productos que buscas, sería una gran idea. Toma en cuenta los camiones, aviones y barcos en los que viajan los productos vendidos por internet.
• Checa que los productos que consumas tengan el menor empaquetado posible. Bolsas, cajas de cartón, envolturas de aluminio, y demás, sería ideal que se pudieran evitar en la medida de lo posible. Si vas al súper o al mercado, lleva una bolsa de tela; son fáciles de encontrar.
• No olvides separar la basura. La basura que puedas reutilizar, como frascos de vidrio o botes de plástico, reutilízalos.
• Evita los productos de pintura y de limpieza dañinos para el ambiente.

AHORRA ENERGÍA

• No dejes la luz prendida, la radio o la televisión.
• Aprovecha la luz natural. Abre ventanas y coloca espacios de trabajo cerca de éstas para tener que usar luz artificial en la menor medida.
• Si ya no usas un aparato eléctrico, desconéctalo. Sí, aún conectado algo consume energía.
• Sé que bañarse con agua «calientita» nunca está de más; pero procura utilizarla menos tiempo, pues además de ahorrar agua también ahorrarás energía.

Foto: Edmund Garman.