Por Asfaltos.
Como lo saben si me leen semanalmente, y si no no importa mucho, soy un músico frustrado. Hace precisamente 15 años le estaba dando duro a la batería con el anhelo de formar mi primera banda, cosa que sí sucedió, y de hecho todo con buenos resultados hasta por ahí de 2007 ó 2008. Por eso, entre mis recuerdos de aquellos años de «músico» me acordé de una banda de la que como grupo solíamos tocar versiones.
División Minúscula comenzó su historia en una lejana Matamoros, Tamaulipas; en un aún más lejano 1996. Hace 20 años los hermanos Javier y Alejandro Blake se lanzaron a la aventura de formar un proyecto que denominaron División Minúscula, y que los tendría muy activos con cuatro álbumes de estudio, y un reciente EP llamado «Secretos» con el que este año celebraron precisamente sus 20 años de existencia.
Bien, pues yo me acordé de una canción que recuerdo de ellos que repetía una y otra vez las veces que podía, y que se incluía en su más popero y menos punketo «Sirenas» (2008). Del «Sirenas» me quedo con la dolorosísima «Tan fuerte, tan frágil…», y sí, «Las luces de la ciudad» que recuerdo hoy.
«Las luces de la ciudad» es una rola perfecta para quienes, como todos, hemos cometido errores en el amor; errores que duelen y que de alguna forma quisiéramos todos resolver. Sin embargo, y como uno va aprendiendo conforme pasan los años, todo es parte de ese sentimiento tan intenso y tan tremendo, tan profundo y tan puro. 8 años de «Las luces de la ciudad», y sí, le seguimos subiendo al volumen.
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