«Rogue One: A Star Wars Story», una nueva esperanza

Por Asfaltos.

Por obvias razones (la muerte de Kenny Baker) no abordé la semana pasada el esperado lanzamiento del avance oficial de la próxima cinta de la saga Star Wars, «Rogue One: A Star Wars Story»; sin embargo, ya con la pérdida de uno de los responsables de R2-D2 más asimilada, ¡que vengan los comentarios de los poco más de 2 minutos de visuales de la ya anticipadísima «precuela»!

Como buen fan de la saga, no pude mas que emocionarme y de manera tremenda. Ya lo había comentado anteriormente en esta columna, el peso que esta próxima cinta de Star Wars tiene en el engranaje de la tremenda maquinaria de la nueva Lucasfilm, es indudable. Los pasos, al momento, han sido firmes y sólidos: las señales de que podemos esperar un material digno, de momento, son alentadoras. El avance es tremendo, y los hallazgos en él son emocionantes; sin embargo, como siempre, «al tiempo»…

No, no se apure estimado lector si no quiere enterarse de estropeo alguno, acá me limitaré a aspectos visuales, sonoros y quizá a lo que vamos percibiendo de la historia y los personajes tal cual se presentaron en el avance. No, no tocaré el avance internacional que se lanzó, y que sí considero viene con un «pequeño estropeo» que no quiero ser yo el responsable de revelarles si aún no han dado con él, por lo que como dicen en mi pueblo: naveguen con bien.

Vaya… ¿por dónde empezar? Al ser obviamente una película, parte de lo que más se destaca de este primer avance oficial de «Rogue One: A Star Wars Story», es el ojo de su director Gareth Edwards, quien por lo menos en lo que vemos va un poco más allá de lo que hizo el responsable de «Star Wars: The Force Awakens», J. J. Abrams. Edwards, con la presión al tope por los rumores que indicaron primero cambios en el guión y posteriormente nuevas grabaciones, ha sido defendido por la mandamás de Lucasfilm, Katleen Kennedy, quien afirmó en el panel de la cinta en el pasado Star Wars Celebration, que él era el elegido por su particular forma de filmar, y muy particular visión. Aquí, de entrada, una granancia.

Como ya había comentado James Cameron en su crítica constructiva a “Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza”, existieron pocos riesgos visuales para darle continuidad al universo de la saga. Ya, ya expliqué mi punto de vista en una columna anterior sobre el polémico comentario de Cameron, que a mi parecer tiene mucho sustento; pero sí quiero reiterar que por lo menos en este avance si bien se tiene que cuidar una estética que indique tiempo en el que se lleva a cabo esta nueva historia (la cinta acabará minutos antes del inicio de «Star Wars : Episodio IV – Una Nueva Esperanza»), parecen haber señales de nuevas decisiones visuales que harían de esta próxima cinta algo aparentemente distinto a lo que hemos observado ya en las 7 películas anteriores.

Las primeras sorpresas en el nuevo avance llegan desde esa primera panorámica del sitio al planeta Jeddah con una Star Destroyer como vigía, así como esa nueva perspectiva de las dimensiones de una Death Star a la que ya podemos comparar con las aquí sí diminutas Star Destroyers; hasta esas otras imágenes que ya provocan suspiros como la Death Star girando sobre lo que suponemos también es Jeddah, o el eclipse provocado por la misma estación espacial en aparentemente el mismo planeta. Todas esas nuevas imágenes que nos aporta el avance de elementos ya conocidos, esperamos resulten estéticamente distintos, diferentes y novedosos para brindarnos una nueva experiencia y punto de vista de cosas que creíamos dominar ya.

Esa nueva esperanza por elementos nuevos, lo alimenta otro elemento que vale la pena destacar, y que de entrada provocaba suspicacias que al momento no he leído de vuelta por ninguna parte: la música. Sí, hay que recordar que será la primer película de Star Wars cuya musicalización no esté a cargo de John Williams, sin embargo y como volvemos a escuchar después de aquel teaser trailer, las bases de las bandas sonoras que se han marcado para siempre están ahí, pero con un nuevo giro. No deja de ser emocionante escuchar la clásica «The Imperial March», pero ahora en versión piano dotándole de suspenso a esa presencia oscura y poderosa que sabemos está ahí, siempre presente.

Otro asunto, que en realidad viene siendo parte de la esencia de la próxima «Rogue One: A Star Wars Story», es el hecho de que no nos encontraremos aparentemente a ningún Jedi, sino mas bien a un grupo de héroes que tendrán que valerse por sí mismos y con base en el trabajo de equipo para poder salir airosos de una misión que de entrada, sabemos que lograron (no, no me vengan con que eso es spoiler porque…). Ahora, sí, lograron, ¿pero a qué costo? No sé ustedes, pero el personaje de Donnie Yan (Chirrut Imwe) me emociona mucho por esa devoción literalmente «ciega» por esa «religión» llamada la Fuerza.

Sí, al final un dulce para los fanáticos, que si bien me había quejado con anterioridad de que en primera instancia lo anunciaran, y segundo lo confirmaran con imagen, creo que al final fue bien cuidado y reservado para su gran momento ya en una sala de cine. Sí, me refiero a la presencia de Darth Vader a quien vimos de espaldas, y a quien esperamos ver, o por lo menos eso creo yo, en alguna escena que vaya más allá de un simple cameo.

En fin, lo mostrado en el avance oficial de «Rogue One: A Star Wars Story» llena de ilusión y de esperanza. La espera, con rumbo al «Episodio VIII» aún sin nombre, ha sido aminorada por una cinta que calladita, calladita, va haciendo ruido hasta lo que esperemos sea un estruendoso estreno que nos haga ver con muchas ilusiones al ya en marcha universo Star Wars cinematográfico. Al tiempo, que de momento, todo entusiasma como una nueva esperanza.

¿A ustedes qué les pareció el avance? ¿Qué esperan con ansias? ¿Qué les ha gustado, y también (se vale) qué no les ha gustado? Súmense al debate que el estreno de «Rogue One: A Star Wars Story» el próximo 14 de diciembre, ya está a la vuelta de la esquina…

RUGIDO DE LA SEMANA: Venga, hagamos un cambio en los rugidos de la semana y hagámoslos también de emoción y no solo de coraje. Y es que hace unas horas, con motivo del cierre de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, la cultura pop estuvo una vez más muy bien representada. Para qué mentirles, ver el video de cambio de estafeta entre Río de Janeiro 2016 y la próxima sede de los Juegos Olímpicos, Tokio 2020, emocionó por ver a personajes como Tetris, Super Mario Bros., Hello Kitty, Doraemon y los Supercampeones, en una celebración a la cultura japonesa que será el centro de atención mundial dentro de 4 años. Por lo pronto, a disfrutar de esta maravilla que nos pone ya con los ojos en el llamado «país del sol naciente».

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.