‘Turnaround’, de Chikita Violenta

Por Asfaltos.

Regresamos a nuestra máquina del tiempo semanal, y ahora viajamos a los primeros años de la ¿mal conocida? primer década de los «dosmiles». El lugar es la capital mexicana, Ciudad de México, y el año es 2000. Nuevo año, nuevo siglo y nuevo milenio. El mundo era otro al que vivimos hoy, y eso que apenas han pasado 16 años… apenas. En fin, Luis Arce, Andrés Velasco, Armando David y Esteban Suárez en 2000 son los responsables de una banda de indie rock influyente en aquellos años llamada Chikita Violenta.

En los años donde el nü-metal parecía todo en la música para «adolescentes», los Chikita Violenta le apostaron por un sonido más rockero como el que a inicios de los 90 empezaron a hacer nuestros vecinos del norte. Así, tras buenos meses de trabajo, en 2003 se lanzaba el primer álbum homónimo de la banda. Resaltaba en aquel primer compendio de canciones, el que el grupo cantara sus canciones en inglés, en tiempos donde todavía era «mal visto» hacerlo de esta manera. Y es que finalmente los Chikita Violenta demostraron que no importaba el idioma de sus letras, ya que la música sólida que siempre entregaron pronto les hizo de seguidores.

Tras aquella primera incursión, Chikita Violenta regresaron al estudio para grabar en Canadá el que sería su segundo material discográfico «The Stars and Suns Sessions» (2005), mismo que les abriría las puertas por el mercado estadounidense donde empezaron a hacer ruido; y para finales de 2009 e inicios de 2010 volverían a grabar el que sería su tercer álbum «TRE3S» (2019), en el que se llenarían de colaboraciones de músicos como Loel Campbell de Wintersleep, Tony Nesbitt-Larking de The Most Serene Republic y Lisa Lobsinger de Broken Social Scene.

Yo les dejo entonces con «Turnaround» del «Chikita Violenta» (2003), sin duda una de las canciones que marcaron para siempre a la agrupación y a toda la generación que por aquellos años andábamos en la adolescencia. Por cierto, la rola en su versión en vivo sonaba alucinante, lo que hacía que el grupo fuera también un gran espectáculo en los conciertos que brindaba. Del sonido de «Turnaround» se destaca la marcada influencia del shoegaze noventero.