#HoyToca: 5 esculturas para irse calentando

Por Asfaltos.

Ya repasamos cinco canciones y pinturas para ir calentando el ambiente para una buena sesión de empiernamiento necesario, por eso hoy, con una de las artes más gráficas para irse inspirando, he elegido destacar ahora 5 esculturas para que vayan perarando esos cuerpos para el frotamiento, ya sea en solitario o en compañía. Así, sin más demora, ¡a darle rienda suelta a esos calenturientos cuerpos!

«Hermafrodita dormida» (siglo II d.C.)

Resguardada en el Museo del Louvre, «Hermafrodita dormida» fue descubierta en Roma en las termas de Diocleciano, y data del siglo II d.C.

Hijo de Hermes y de Afrodita, de ahí su nombre, Hermafrodita, creció y se volvió en un bello joven a quien la ninfa Salmacis quiso conquistar. Hermafrodita, negándose al amor de la ninfa, fue arrastrado hacia el fondo del lago al tiempo que ella pedía a los dioses que no le separaran jamás del cuerpo del joven.

Atendiendo al llamado, los dioses fusionaron para siempre los cuerpos de ambos, dotando al cuerpo de los atributos de ambos sexos.

La cama donde descansa la escultura de Hermafrodita fue esculpida en 1620 por el artista italiano Gian Lorenzo Bernini.

«Eros y Psique» (siglo IV d.C.)

Ubicada en una antigua mansión romana del siglo IV d.C. en la ciudad de Ostia, Italia, , la escultura de Eros y Psique representa una de las historias con mayor arraigo en el mundo grecorromano. Eros, dios del amor, besa de manera apasionada a su esposa Psique, en lo que es la representación escultórica de la historia por el amor y la confianza entre Eros y Psique.

Eros representa el poder sobrecogedor del amor, tan fuerte que por su fuerza también puede destruir; mientras que Psique, traducido al español, puede significar «vida» y «alma».

La leyenda cuenta que Psique, la menor y más hermosa de tres hermanas hijas de un rey de Anatolia, es objetivo de la diosa Afrodita, quien celosa por su belleza envía a su hijo Eros para que le lance una flecha y se enamore del hombre más ruin y horrible que se encuentre. Sin embargo, y como era de esperarse, Eros termina enamorándose de Psique y lanza la flecha al mar, para que una vez que ésta se duerma, se la pueda raptar y llevársela a su palacio.

Tras una serie de aventuras y desventuras que involucran una «infidelidad» de Psique y su posterior castigo que la llevaría al Hades para buscar una belleza que a la postre iría perdiendo, la historia cierra con la inmortalidad de Psique, su boda con Eros y hasta el perdón de Afrodita. Fruto del amor de Eros y Psique nacería Hedoné, es decir, el placer sensual y el deleite. ¿No les digo?

«Las tres Gracias» (siglo II d.C.)

Fuente de inspiración para los artistas a lo largo de la historia del arte, «Las tres Gracias» son según la leyenda tres diosas inferiores, hijas de Zeus y la ninfa Eurínome. Aglaya, Eufrósine y Talía eran de acuerdo a las fuentes (que a saber suelen ser un poco confusas sobre este dato), las diosas de la belleza, la sexualidad y la fertidilidad.

Su labor, para con dioses y mortales, era otorgarles entre otras cualidades la alegría, elocuencia y sabiduría para dotar a los hombres de genialidad y talento para volverlos en brillantes artistas.

La escultura que aquí les presento, fue descubierta en el monte Caelius de Roma, y fue realizada en mármol en el siglo II d.C. para representar a las tres Gracias desnudas que destacan por su frontalidad, y que sin duda se encuentran inspiradas en una pintura griega que reproducida por varios frescos de los tiempos romanos. Las cabezas del conjunto no son originales, sino que corresponden a una restauración del escultor Nicolás Cordier en 1609.

«Dionisio y sátiro» (del 120 al 140 d.C.)

Copia romana de una original griega, ubicada en la Galería Uffizi de Florencia, esta escultura de Dionisio y uno de sus sátiros representa parte de una de las leyendas más complejas de Grecia y los países vecinos. Dionisio, mejor conocido como Baco en su paso por la cultura romana, era el dios del vino y la embriaguez.

Hijo de Zeus y Sémele, Dionisio fue educado por las ninfas en el valle de Nisa. Al crecer descubrió la vid y su uso. Enloquecido por la diosa Hera, Dionisio vagó por diversos países, hasta que fue curado por la diosa Rea, quien además le inició en su culto. Una vez más viajando, siempre en contacto con los hombres, Dionisio les enseñó a cultuvar la vid y havcer vino, hasta que fatigado de tanto trayecto recorrido regresó a Grecia para expandir sus conocimientos.

Dionisio es probablemente uno de los dioses más reconocidos en la historia. Los griegos le consideraban protector de las bellas artes, en especial del teatrio. En esta escultura, se le ve acompañado de un sátiro, que era el nombre que recibían los seguidores masculinos, mientras que las femeninas eran las ménades.

«Psique reanimada por el beso del amor» (1793)

Corría el año de 1787, en el que el escultor italiano Antonio Canova empezaba a trabajar en una obra que retratara el sentimiento universal del amor. Titulada como «Psique reanimada por el beso del amor», la obra de Canova representa el mito de Eros y Psique, en el que según la mitología, Psique -princesa hija del rey de Asia- es una mujer de tremenda hermosura, solo comparable a la de la diosa de la belleza, el amor, el deseo y la reproducción, Afrodita; quien celosa castiga a la joven princesa en dos ocasiones que terminan frustrándose por la presencia de su hijo Eros, dios griego del amor. Sí, Eros, tras encontrar en una de esas dos ocasiones muerta a Psique, la reanima precisamente con un suave y dulce beso…

La escultura de Canova capta con perfección ese momento, en el que portando sus armas en la espalda, se acerca a Psique para despertarla del sueño mortal al que había sido inducida. Cuidadoso, con todas las características del neoclásico al que perteneció, el escultor italiano captura con precisión los cuerpos desnudos, sensuales, bien acabados y puros de una pareja que no dejan de mostrar en sus rostros expresiones serenas y dulces atribuíbles naturalmente al amor.

Es tanto el virtuosismo del escultor, que se puede notar en su técnica con el mármol los acabados que hacen por momentos olvidarnos de la piedra, y pensar mas bien en la suave y tersa piel de los protagonistas.

Imagen de portada: “Hermafrodita dormida” (s. II d.C.).

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.