En la semana pasó algo interesante, miles de mujeres salieron a las calles a manifestarse por la terrible situación de violencia que viven en algunas regiones, y que lamentablemente va en aumento.
Y aunque México participó, en realidad el movimiento #NiUnaMenos se generó en Argentina y se ha expandido por todo el continente.
En Ciudad de México, cientos de mujeres se movilizaban desde el Monumento a la Revolución al Ángel de la Independencia; otras apoyaron simbólicamente a través de las redes sociales y en general, el #NiUnaMenos tuvo visibilidad, algo que es importante.
También participaron mujeres de Argentina, Paraguay, Chile y Guatemala, entre otros países de América Latina. Y en México, se sumaron ciudades como Guadalajara y Morelia.
Todo esto creció luego de que en Argentina se dio a conocer el caso de Lucía Pérez, una chica de 16 años que fue asesinada de forma brutal luego de ser violada.
Esto indignó a la sociedad argentina y la comunidad mundial. Pero lo extraño de esto, es que este caso, el de Lucía Pérez, no se aleja mucho de lo que día a día sucede en nuestro país, sobre todo en el Estado de México.
Ese mismo día, el miércoles 19 de octubre, descubrieron el cuerpo de una joven muerta, completamente desnuda, con huellas de ataque sexual, una puñalada en el estómago y un palo en sus genitales, según los reportes oficiales.
El lugar del hallazgo fue en la colonia Buenavista en Tultitlán, Estado de México. Pero este caso no es único, ya que la entidad mexiquense sea ha convertido en el principal escenario de feminicidios, desapariciones y violencia de género de todo el país.
“La violencia de género en el Estado de México está fuera de control y sitúa a la entidad como la más peligrosa para ser mujer, aún sobre lugares emblemáticos como Ciudad Juárez”, señaló el sitio Sin Embargo.
¿Esto por qué? Porque de enero de 2015 a junio de 2016, se han contabilizado 2 mil 43 mujeres desaparecidas; según cifras de organizaciones sociales.
Datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, señalan que de enero de 2014 a septiembre de 2015 se registraron 504 asesinatos de mujeres, mientras que en lo que va de 2016, ya van 232 muertes violentas contra personas del sexo femenino, de las cuales reconoce sólo 56 como feminicidios.
Pero para la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), el Estado de México, de 2005 a 2014, se cometieron 933 feminicidios; y se presentaron 4 mil 281 reportes de desaparición de mujeres, de las cuales, 95 fueron encontradas asesinadas y mil 554 siguen desaparecidas.
Tomando como referencia el estudio “Una mirada al feminicidio en México” realizado por el Observatorio Ciudadano Nacional Contra el Feminicidio (OCNF), indica que el Edomex “lidera la lista de los feminicidios, seguido de Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Nuevo León, Distrito Federal, Oaxaca y Sonora”.
Esto a pesar de que a mediados del 2015, se emitió la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVG) para 11 municipios del Estado de México.
Una situación que se repite y se repite. Pero la pregunta sigue en aire: ¿cómo es posible que estas cosas sucedan en nuestro país y las autoridades hagan muy poco para detenerlo?
¿Corrupción, ineptitud, policías coludidos, falta de políticas públicas para la prevención de violencia de género; un estado sin estado de derecho?
Tal vez estas sean algunas de las causas que han generado terror en la vida diaria de las mujeres principalmente del Estado de México, pero en general de todo el país.
#NiUnaMenos debe de ser el reclamo generalizado, pero parece que en México está tan devastado el sistema, que ni los reclamos sociales ni la indignación y el sufrimiento, hacen alguna mella en los gobernantes. ¿O será que ya ni ellos pueden hacer algo?
Foto: Rodrigo Paredes.
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