Bloc Party, noche nostálgica en El Plaza Condesa

Texto por Amaury Berdejo.
Fotos por Alicia Ávila.

El escenario de El Plaza Condesa comenzó a calentarse el viernes pasado por la noche con la energía y los sintetizadores de Bomba Estéreo, quienes acompañados de la voz de Liliana Laumet compartieron sus vibraciones de reggae, rap y música electrónica proveniente de Colombia. Por más hipsters que seamos, a los mexicanos nos mueven los ritmos latinoamericanos y se pudo comprobar en el baile que esta banda sudamericana provocó entre los asistentes.

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Después de esta presentación, todo quedó en su lugar para el esperado regreso de Bloc Party en el recinto perfecto para el reencuentro de esta banda con el público mexicano. Desde el inicio de su carrera, nuestro país vio nacer a una legión de fans del grupo inglés que en la década pasada alcanzaron la cúspide con el álbum «Silent alarm».

A pesar de que la alineación original ha cambiado, El Plaza Condesa se llenó de alegría y aplausos con la entrada de los músicos y sobre todo con la aparición de Kele Okereke, el emblemático vocalista de la banda.

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Un recorrido por canciones de toda su discografía puso a bailar a la audiencia; el trabajo vocal de Kele ha mejorado con el paso de los años y aunque ya no corre por el escenario como en aquel mítico show que brindó en Santa Fe hace 8 años, es muy claro el empeño que ha puesto en la calidad de audio para las presentaciones en vivo: la experiencia y madurez son notorias.

Himnos que obtuvieron la fama mundial como «Positive tension», «Banquet» y «Helicopter» hicieron vibrar al lugar lleno de «adultos jóvenes», la generación que vivió su adolescencia hace 10 años y sonorizó sus recuerdos con las canciones de Bloc Party.

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El speech de Kele dejó ver su aprecio por el público mexicano, repitiendo con una voz casi sensual la frase «Mexico City», que el público recibía con aplausos y gritos. Incluso a mitad del concierto preguntó a los asistentes: «¿Acaso ustedes odian a Donald Trump tanto como yo?» La gente, desde luego, contestó con rechiflas y risas.

Hacia el final de la noche, la única canción «lenta» del set apareció entre luces tenues y un público extasiado, «This modern love», una de las letras más exitosas en la carrera de la banda que a más de uno, trae recuerdos de la juventud y el enamoramiento.

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Sin duda la canción perfecta para cerrar la noche. Después de esto, los 4 músicos dieron un paso al frente para agradecer al público mexicano, ese que los escuchó nacer y crecer a la distancia, pero que los recibe como si no hubiera pasado un día desde aquellas presentaciones de hace unos años.