Por Asfaltos.
No todo lo que disfruté en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia fue maravilloso; no, también hubieron sus «negritos en el arroz», y ahora me toca hablar precisamente de uno de ellos. Presentada como función de gala, en la magna sala 4 del Cinépolis Morelia Centro, «Éternité» fue parte de la selección de películas elegidas para ser presentadas por la actriz francesa Audrey Tautou, mejor conocida por ser la famosa intérprete de «Amélie» (2001), invitada de honor del FICM.
Antes de desmenuzar «Éternité», me permito platicarles un poco de Audrey Tautou. En el Festival Internacional de Cine de Morelia, desde hace 7 ediciones, me toca trabajar en el equipo responsable de los invitados internacionales. Así, a lo largo de 7 años me ha tocado trabajar con personalidades como Terry Gilliam, Alejandro Jodorowsky, Abbas Kiarostami, Béla Tarr, Dany Trejo, Edgar Ramírez, Fernando Trueba, Geraldine Chaplin, Isabelle Huppert, Peter Greenaway, Robert Rodríguez, Thierry Frémaux, Volker Schlöndorff y Willem Dafoe, entre muchos otros. Este año me tocó, precisamente, trabajar junto a Audrey Tautou.
Su presencia, estimada para fines del festival, fue sin duda una de las más esperadas en Morelia, Michoacán. Invitada con motivo de los 15 años del estreno de «Amélie», Audrey llegó a Morelia con dos películas bajo la mano. La primera, que sí está presente en lo mejor del FICM, es la cinta biográfica del oficial naval francés, explorador e investigador que estudió el mar y varias formas de vida conocidas en el agua, Jacques-Yves Cousteau: «L’odyssée»; la segunda, «Éternité».
Tímida, visiblemente sorprendida por su gran recibimiento, Audrey Tautou se vio abrazada por un festival que le entregó sin duda su mejor cara. Así, en la que fue la segunda gala dedicada a ella, se presentó con bombo y platillo (y hasta butaca develada con su nombre), «Éternité» del director y guionista de cine de origen vietnamita, Anh Hùng Trần.
«Éternité» está basada en la novela «L’Élégance des veuves» de Alice Ferney, en la que se cuentan los destinos de un grupo de mujeres que viven en una sociedad conservadora y burguesa, y que resultan víctimas de una serie de acontecimientos que las llevan a enviudar y padecer generación tras generación.
La cinta, para ser ciertos, está filmada con una belleza inaudita. Los paisajes elegidos, junto con un grupo de actores que no desentonan con la belleza propuesta, dan forma a una cinta que privilegia la estética visual de gran manera. Así conocemos a Valentine (Audrey Tautou), a partir de la cual nos topamos con la historia de dos generaciones de personajes que van contándonos la historia de cada uno de sus personajes, de una clase privilegiada con su moral sólida y su actitud conservadora.
Mujeres que procrean, esposos que mantienen, muertes, nacimientos, en fin, así se nos va llendo de las manos una cinta que no tiene prisas, pero que por lo mismo, cansa y se siente precisamente como su título cita: eterna. Todo muy lindo, sí, pero en el fondo, sin conocer el meollo del asunto del libro que por su propia sinopsis suena más interesante que lo observado en la cinta, parece que la película nunca arranca y que simplemente ve pasar los minutos sin que realmente nada suceda.
¡Sucede la vida, tonto! Sí, probablemente, pero ese mismo devenir, al ritmo en el que se nos cuenta y se nos presenta, no es suficiente para lograr una cinta interesante. Los paisajes son hermosos, pero para eso, mejor me compro un álbum de las locaciones, perdón.
No, «Éternité» no forma parte de lo mejor del FICM en Ciudad de México, por lo que disfruten sin temor la gran selección de cintas que sí que podrán ver aún hasta el próximo 10 de noviembre en Cinépolis Diana, Cinépolis VIP Carso, Cinépolis Miyana, Cinépolis Oasis Coyoacán y Cinépolis Perisur. Consulten horarios y compren boletos a través del micrositio del FICM en Ciudad de México.
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