Por Elizabeth González Pazarán.
Desde que se anunciaron su visita a México los fans de White Lies esperaban la noche del pasado sábado con ansias, localidades agotadas y un nuevo disco por escuchar en vivo; era sólo el principio de una noche que para muchos fue mágica.
El Plaza Condesa abrió sus puertas, la gente llegaba y para calentar motores comenzaban a sonar en el escenario Los Mesoneros, una banda originaria de Venezuela que fue muy bien aceptada por el público mexicano; al terminar éstos, la mesa estaba puesta y los corazones comenzaban a impacientarse por ver a los estelares de la noche.
Las luces se apagaron y el público emocionado esperaba presenciar el primer concierto de la banda en la ciudad después de años, el último team back de la banda se veía a las afueras de escenario, enseguida se llenó escenario y los primeros acordes de «Take it out on me» hacían estremecer a los fanáticos.
La conexión entre la banda y el público fue inmediata, ellos se sentían en casa, disfrutaban cada momento del concierto, sonreían; simplemente se sentían cómodos al estar tocando frente a cientos de personas que no sólo les entregaban su voz en cada canción sino sus historias personales y su corazón, era un concierto para ambos, pues la gente no dejaba de cantar y de demostrar su cariño por la banda.
Transcurría la noche y la emoción por cada pieza aumentaba, momentos nostálgicos y canciones favoritas cambiaban el ambiente del lugar. Llegó el turno de «Is my love enough?», donde Harry McVeigh confesó que era su favorita del nuevo álbum, misma que también resultó ser una de las canciones favoritas de los fanáticos al ser una de las más coreadas junto con «From the stars», una canción de 2009 que ya es todo un clásico de la banda.
Entre aplausos y cantos White Lies comenzaba a despedirse, no sin antes hacer un compromiso con su público para volver, ya que se sentían en casa estando en nuestro país. Mientras la banda salía del escenario, se escuchaba el ya clásico «¡oé, oé, oé, White Lies, White Lies!», hasta que los ingleses salieron a complacer a su público con cuatro piezas más que cerrarían la noche.
Sin duda fue un concierto que ni los fans ni la banda olvidarán, un público satisfecho y una banda agradecida fueron el resultado de 90 minutos de música que reafirmaron por qué son unos de nuestros favoritos, pues la música necesita más noches mágicas y memorables como la que nos regalaron el sábado pasado.
Fotos: Diego Figueroa (DF) / Cortesía.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.