Por Lucía Campos.
El director Pablo Larraín se caracteriza por no hacer ninguna película igual, también por abordar temas que suelen ser polémicos. Esta vez no es la excepción, Larraín nos hace entrega de una película desgarradora, que bien podría hacer que la actriz Natalie Portman gane su segundo Oscar como «Mejor actriz».
Hablamos de «Jackie», un filme que hace alusión a una parte de la vida de Jacqueline Lee Kennedy Onassis, quien fue la primera dama de Estados Unidos durante la presidencia de su primer esposo John F. Kennedy hasta su asesinato en 1963.
La película se centra en los días posteriores al asesinato de Kennedy (Caspar Phillipson), yendo y viniendo en momentos específicos de su vida, como la visita guiada que realizó por la Casa Blanca para la televisión, o de los actos sociales que ella planificó en donde se celebraban el arte, la música y la cultura en los pasillos de ese recinto.
Los momentos que se centran en el asesinato demuestran lo devastador que fue. Desde las primeras escenas, aborda el tema de la destrucción, la destitución y cómo al perder al hombre que sostiene a la familia y al país, automáticamente invalidan sus acciones, y su futuro. Muestra el vacío existencial que sufre Jackie (Natalie Portman), y cómo tiene que lidiar con la presión de la gente que está a su alrededor, quienes constantemente le limitan y restringen sus opciones invalidando su voz y voto, para decidir cómo será el funeral de su esposo. El hecho del asesinato, convirtió a la verdadera Jackie Kennedy en una muestra de fuerza, lo que le valió ganar la admiración de una nación, incluso del mundo.
Al escuchar que esta película era el próximo estreno de Larraín me hizo preguntarme si sería un filme como «Neruda«, en donde también cuenta la biografía de un personaje tan peculiar que le da la oportunidad de retratarlo de una manera nada convencional, cosa que en lo personal me parece magnífica para contar esa historia.
Con esta entrega me sembró la duda de cómo retrataría un personaje de fama mundial que se ha convertido en un ócono, y qué tan honesta sería la versión. Natalie Portman hace un trabajo impecable, se nota lo mucho que estudió, y cuánto se preparó para representar este personaje; conoce perfecto los cambios en la voz y la forma de actuar, el lenguaje corporal es impecable.
Larraín sabe llevar una dirección que logra ser invasiva, lo cual sin duda es una herramienta que claramente sirve al espectador para involucrarse y sentirse incómodo al estar en primer plano de cada momento que por naturaleza es crudo.
Está claro que esta película no es una búsqueda para redimir, o enaltecer al personaje o su carácter; en lo personal me hizo sentir que la verdadera Jackeline Kennedy era una persona en extremo caprichosa, y con una necesidad inconmensurable de satisfacer cada una de sus necesidades para brindarle a su marido la “gloria” que ella pensaba merecía para ser recordado no por sus logros, sino por el camino que recorre al final, como dice la frase que se publicó en el artículo de la revista Life: «Ella quiere que siempre recuerden, que por un breve y brillante momento, hubo un Camelot».
Aun así he de reconocer que la realización de la película me parece muy buena, Larraín no se contiene en ningún momento para hacernos sentir la desdicha del personaje, y va de la mano con una actriz que lo tiene todo y destaca sin necesidad de ninguna exageración. Es una película sin duda inquietante, sin ser la mejor.
«Jackie»
País: Estados Unidos.
Año: 2016.
Duración: 95 min.
Director: Pablo Larraín.
Reparto: Natalie Portman, Peter Sarsgaard, Billy Crudup, John Hurt, Greta Gerwing, John Carroll Lynch, Richard E. Grant, Max Cassella, Beth Grant, Caspar Phillipson, Julie Judd, Sara Verhagen, Sunnie Pelant, Hélène Kuhn, Deborah Findlay, Corey Johnson.
Fecha de estreno: 24 de febrero 2017.
Imágenes cortesía de Diamond Films México.
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