Por Asfaltos.
Fue en 2014 cuando conocimos el personaje de John Wick en la película del mismo nombre dirigida por David Leitch y Chad Stahelski, escrita por Derek Kolstad y protagonizada por Keanu Reeves. En aquella primera ocasión supimos que John Wick era un asesino retirado apodado «Baba Yaga» (The Boogeyman), quien tras la pérdida de su esposa a raíz de un cáncer fulminante, permanece en su casa hasta que unos matones rusos le roban su auto favorito y… matan a su cachorro. Es ahí cuando el infierno se desata.
La primera entrega, el regreso triunfal de un Keanu Reeves en las películas de acción, nos llevó de manera trepidante por la caza de los asaltantes por parte de John Wick. Arrasando, literalmente con todo lo que se le interpone, John Wick es una fuerza letal imparable que no se detiene nunca hasta conseguir lo que desea: venganza. Sus propios enemigos, al enterarse que es él quien les persigue, se arrepienten un poco de haberle molestado.
Balazos al por mayor, mucha violencia, sangre y secuencias de acción que rayan en lo inverosímil, son parte de la ecuación de una cinta que es precisamente eso: una película de acción donde uno no debe preguntarse si es posible o no lo que se vio en pantalla, sino simplemente divertirse. Se trata de una película para perderse por un momento en la exageración de ese antihéroe que lo puede todo.
Para la secuela, «John Wick 2», en la primera escena vamos a lo que vamos. Empezando justo donde acabó la anterior película, se nos permite corroborar que a John en efecto no lo detiene nada. Así, en una de las escenas más impactantes de la película, sobre todo siendo ésta la primera, el personaje interpretado por Keanu Reeves acaba una vez más con todo para salirse con la suya.
La historia se desarrolla entonces de manera similar a la anterior, pues ya una vez recuperado su auto favorito, John Wick se decide por el retiro para no volver jamás a enfrentarse a nadie. Claro… es de suponerse que esto no se logra, y que entonces, saliendo una vez más a la guerra, John Wick se convierte en esa bomba de tiempo que es garantía para el espectador. Persecuciones alocadas, por muchos momentos hasta de risa, y exageraciones propias que han distinguido a la ahora serie de películas, son parte de la ecuación ganadora de esta nueva entrega.
Keanu Reeves, a quien no pudo haberle caído mejor este papel, pues John Wick es básicamente un asesino frío e inexpresivo, se apropia de su papel para entregarnos una vez más una de las mejores versiones que le recordamos en la pantalla grande. Es más, para los nostálgicos, una breve aparición de Laurence Fishburne nos permite encontrarnos una vez más con Neo y Morpheus de «Matrix» en un claro guiño y homenaje a una de las más clásicas cintas de acción del siglo pasado.
Otro añadido para esta «John Wick 2» son las escenas con automóviles. ¡Caray, por más increíbles y ridículas que puedan parecer, no dejan de emocionar al que se sienta en una pantalla de cine para pasársela bien!
Sí, «John Wick 2» se debe ver como lo que es, y se debe de disfrutar tal cual como se nos presenta. La buena noticia para los fanáticos de la serie es que como se podría anticipar, se nos presume una tercera parte que promete muchísima más sangre y muchísimas más balas. Vamos, se trata más de lo que más nos gusta de un John Wick que nos gustaría a veces no solo vengara a aquellos asesinos de cachorros, si no a quienes ustedes mejor tengan en mente. Ah, sí, esta vez no muere ningún canino.
«John Wick 2» se estrena mañana en cines comerciales. Sí, ¡recomendable y brutal!
Con imágenes cortesía de Corazón Films.
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