Texto y fotos por Yemmy Sierra.
El taller artesanal Mazatzin se encuentra en la comunidad de Cuauhtamazaco, a 20 minutos de la cabecera municipal de Cuetzalan del Progreso, Puebla. Pedro Martín Concepción, artesano textilero, me cuenta que empezaron de cero, cortando café y sembrando milpa que es a lo que se dedican los hombres en Cuetzalan; su papá quería que se dedicara a lo mismo y Pedro le demostró que era capaz de derramar las matas de café, pero su vida no estaba en eso. Le ha tocado romper barreras en su comunidad, viven bajo costumbres y tradiciones, y no era bien visto que los hombres tejieran en telar de cintura, pero esto ha ido cambiando.
Foto: Ubicación de Cuetzalan del Progreso en Puebla.
Los hijos desde los 7 años se integraron al taller familiar, su mamá les enseño a tejer. En un principio acudían a ferias, así recorrieron los estados de Veracruz, Querétaro, Hidalgo, San Luis Potosí, entre otros; dormían en las banquetas -a veces con lluvia-, permanecían en sus puestos donde pagaban el piso, se ponían con lonas o como pudieran hasta que un día dijeron: «¡ya basta!»
Pedro cree que la dignificación de cualquier persona empieza por ella misma, por su casa y por su alrededor, ellos empezaron por su trabajo, por su oficio.
Se vieron en la necesidad de crear un taller organizado, limpio y sólido para poder cubrir pedidos y mejorar su calidad de vida, actualmente es un taller especializado en el que trabaja toda la familia y emplean a más de 30 artesanos, entre los que se encuentran jóvenes estudiantes, personas con discapacidad y adultos mayores. El taller está conformado 50% por hombres y 50% mujeres, los hilos los adquieren con una fundación que tiene un banco de materiales y son insumos de buena calidad.
Foto: Cosmetiqueras elaboradas en el Taller Mazatzin.
Trabajan en dos líneas: la primera de artesanía comerciales y la segunda cultural o de arte que son los que les lleva meses en elaborar y que participan en concursos. Los premios que han ganado los han invertido en remodelar su taller para poder recibir a los clientes y que conozcan cómo se elaboran las piezas.
Actualmente sus productos los exportan y los venden con mayoristas. Cuando les piden grandes cantidades, mueven hasta 200 artesanos que trabajan temporalmente, el taller los provee del material, capacitación y pagos justos. No son una organización, ya que su mamá alguna vez perteneció a una de mujeres con la mala experiencia de ser explotada: con su bebé por un lado le pedían cubrir un mínimo y salía hasta que terminaba para después caminar una hora para llegar a su casa.
En Cuauhtamazaco «cuando truenan cuetes» quiere decir que hay fiesta. Siempre hay «cuetes», ellos quieren lanzar «cuetes» por su trabajo, para que los vean que siendo indígenas son personas que también se pueden parar al lado de las empresas como otra más.
Foto: Pedro Martín mostrando las características de un chal elaborado en telar.
Pedro ha recibido múltiples premios y galardones, su hermana, por una pieza que realizaron en conjunto, está a punto de recibir el galardón presidencial que es uno de los premios más altos que puede recibir un artesano.
Ellos empezaron de cero y les ha gustado porque han saboreado las cosas, las valoran. Consideran que el producto artesanal se puede transformar, que el artesano no piensa como empresario, que pueden ser muy potenciales en su ramo y que una vez que entiendan que son productores y es un oficio, no habrá necesidad de ir al extranjero como mojados o salir de su pueblo sin la posibilidad de regresar.
Foto de portada: Prendas elaborados con diferentes técnicas por el Taller Mazatzin.
Yemmy Sierra. Amante de la artesanía, la comida, la vida y la buena compañía por lo que a menudo me encuentran en ferias y exposiciones junto a mi familia. Apasionada del aprendizaje, siento repentinos e intensos llamados que me han llevado desde estudiar japonés hasta loditos uno en cerámica. Me gusta sobreanalizar la vida, sumergirme en mis pensamientos, encontrar nuevos caminos, recorrerlos y desrecorrerlos. Aún conservo la esperanza en la humanidad y creo que cuando cambie yo, cambiará el mundo: he encontrado en el emprendimiento la manera de sublimarme.
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