¿Es todavía posible hacer un blockbuster medianamente interesante?

Por Asfaltos.

La pregunta es incendiaria, lo confieso, pero también acepto que ha estado revoloteando mucho tiempo en mi cabeza. A mí me encantan los blockbusters, reitero, así lo deja en evidencia el título de esta mi columna semanal. Me encantan las grandes producciones, muchas provenientes de Hollywood, con grandes presupuestos y también efectos especiales. Me encantan los productos emanados de una auténtica industria de entretenimiento… pero sí, hay de productos a productos.

Con motivo de su más reciente producción, «Valerian y la ciudad de los mil planetas» –cuya reseña mía pueden leer aquí-, el reconocido autor de clásicos como «El gran azul» (1988), «Nikita» (1990), «León» (1994) y «El quinto elemento» (1997), Luc Besson, confesaba su claro disgusto por las películas de superhéroes. «Es muy difícil para mí identificarme con un superhéroe porque tiene un superpoder, y yo no tengo un superpoder; todo lo que puedo es ver su poder y decir ‘oh, muchas gracias por salvar mi vida, a mí, pobre y pequeño ser humano’. No me gusta esa relación. No me puedo identificar con el tipo, no soy como él».

El argumento de Besson podría ser un poco simplista, pues siendo detallistas, podríamos encontrar en algunas cintas del género de superhéroes algunos elementos más que simplemente el hecho de que alguien sea rescatado por un ser con supoerpoderes; sin embargo, entiendo el punto y creo que se redondea mejor con lo que recientemente mencionó en México, tras su visita para promocionar la misma «Valerian y la ciudad de los mil planetas». «Al menos, cada nueva película no se verá como la anterior», confiesa el autor francés. «Lo que no me gusta mucho actualmente, con todos estos superhéroes que tenemos, como Iron Man y Spider-Man. Eran cool hace cinco o seis años, pero siempre es Nueva York, siempre es lo mismo, siempre es el mismo tiempo. Lo único que cambia es el alien, que siempre es el villano, y que cambia de forma, y ya. El resto es igual.»

¿Recuerdan mi texto sobre la reciente «Wonder Woman«? En aquella ocasión, a reserva de que lean el texto completo, compartía cómo la película no se me hacía tan buena como muchos sí lo afirmaban con tantísimo fervor. La cinta, sí, contenía leves mejoras a las cintas de su compañía productora, y sobre todo sumó el hecho de tener a una superheroína finalmente como protagonista; pero al final, en un balance general, no dejaba de ser la misma cinta de superhéroes. Ese mismo desgaste del que hablaba Luc Besson, esa fórmula que es repetida hasta el cansancio, creo yo que sí es evidente.

Repasemos el reciente éxito de «Spider-Man: Homecoming«. La película es entretenida, sí, pero hasta ahí. La verdad no creo, y casi apostaría, que en unos 10 ó 20 años con el tiempo nos olvidaremos de ella. Primero, porque la cinta es parte de un proyecto más grande que termina por quitarle protagonismo e importancia a la cinta como una obra independiente; segundo, porque en unos 10 ó 20 años habremos visto la cuarta, quinta y hasta sexta encarnación del arácnido más famoso del mundo; tercero, porque realmente aporta poco al género.

¿Es todavía posible hacer un blockbuster medianamente interesante? Cuando lanzo esa pregunta pienso en los blockbusters que trascienden, en esos que marcan a una generación; en los blockbusters que por su calidad sí quedan marcados en la memoria de quienes les ven inclusive después de su apogeo. Pareciera que ahora la creatividad, el riesgo auténtico de sorprender con algo nuevo, está absolutamente subordinado por una lógica de mercado que desde luego privilegia la seguridad de sus ventas. El tema, sí, lo platiqué ya anteriormente con el asunto de la aún sin título cinta sobre Han Solo.

Los números marcan entonces que las fórmulas ya abordadas, así como las franquicias y la nostalgia, son las preferidas del público. ¿Capacidad de innovar? Quizá sí la haya, pero las ganas de hacerlo… ahí sí parece que no. De los 15 estrenos más taquilleros del presente 2017, solo 4 son -por así llamarlos- «originales»; siendo éstos «La gran muralla», «Your name», «Un jefe en pañales» y «Wonder Woman». ¡Solo 4 estrenos de los 15 más taquilleros son «originales»! No, pues así queda clarísimo que entre menos riesgos y mayor seguridad, mejor.

 

Hace algunas semanas, en esta misma columna, comentaba el caso del británico Christopher Nolan, quien más allá de una crítica sobre la repetición de fórmulas en el cine, hablaba sobre su disgusto en este caso por las producciones cinematográficas directas a plataformas de video en línea. En el texto, que pueden leer aquí, les compartía mi opinión sobre lo que yo no creo sea solo una «moda», como expresaba Christopher Nolan. Pues bien, aquí es cuando ambas producciones de los 2 directores mencionados entran a escena.

Por un lado tenemos «Valerian y la ciudad de los mil planetas«, cinta que si leyeron mi reseña (aquí), sabrán que no me gustó del todo. Una crítica que le hice a la más reciente producción de Luc Besson es la poca empatía que tuve con los 2 personajes principales; misma que podría resultar de la misma manera que la poca o nula empatía que le generan los superhéroes al francés. Eso sí, y ahí lo concedo, a pesar de ser una adaptación de un cómic de poco más de 50 años, la versión cinemaotgráfica propone cosas nuevas y sí resulta acaso un respiro de la oleada de blockbusters secuelas, remakes, precuelas, «legasecuelas«, y demás derivaciones. Por el otro lado, en algo que nos hace concederle toditita la razón a Christopher Nolan, su «Dunkerque» es la prueba viva del porqué su disgusto por películas que ya se pueden ver en pantallas de móviles. «Dunkerque» es probablemente al momento la película más emocionante para verse en pantalla IMAX. Su idea, si bien basada -levemente- en un hecho histórico real, nos propone otro tipo de historia que pareciera no es un blockbuster, pero sí lo es.

 

¿El punto? Ambos directores, con propuestas distintas, pero con críticas puntuales a lo que prevalece en la industria, ofrecen 2 blockbusters que sí catalogaríamos como «medianamente interesantes», y he de decir que eso siendo estrictamente muy duros con las dos.

¿Sigue habiendo creatividad? ¿Hacen falta tomar más riesgos? Hacer grandes producciones lejos de las fórmulas de siempre es posible. Sí, definitvamente imposible descubrir crear algo 100% original… pero vamos, quizá sí con un poquitito más de imaginación. ¿Qué opinan?

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.