La exhibición del cine mexicano

Por Asfaltos.

Mañana se celebrará el Día Nacional del Cine Mexicano, fecha que fue instaurada por el Senado de la República, en parte por el hecho de «arropar» a la cinematografía hecha en casa. Sin embargo, a pesar de este día que no está de más, el cine mexicano se encuentra ante una serie de retos que nos hacen pensar a los que de alguna u otra manera nos involucramos con él, en lo que hay que hacer para poderle celebrar como realmente se le merece.

El cine mexicano en últimas fechas ha ido ganando muchos adeptos fuera de nuestro país. Participando en festivales de gran renombre, con representantes exitosos en otras industrias foráneas como la hollywoodense, y con reconocimientos de otras cinematografías y públicos el cine mexicano pareciera que goza de enorme salud… hasta que se le observa desde casa.

Alguna vez le preguntaba a un crítico y periodista que respeto y admiro mucho, sobre si sentía que durante muchos años el cine mexicano se había desconectado de su público. Su respuesta no demoró mucho y resultó en efecto afirmativa. De frases como «¡Chachita, te cortaste el pelo!», han pasado habían pasado ya muchísimos años sin una real conexión entre público y cine mexicanos. Actualmente, pareciera, esta conexión vuelve a hacerse presente y evidente… en algunas películas.

Tan solo el pasado fin de semana, aún con un estreno del tamaño de «Baby: El aprendiz del crimen» -nombrada por muchos el estreno cinematográfico del verano-, la cinta mexicana «Hazlo como hombre» demostró con su gran resultado en taquilla que cierta parte del cine mexicano sí está conectando con su público. Las comedias románticas, sobre todo, se han ganado sus espacios en el cariño del público mexicano. Nombres como Martha Higareda, Karla Souza y Eugenio Derbez han demostrado que atraen público a los cines, simplemente porque la gente «se la pasa bien con ellos». Sin embargo, la anterior conexión termina por ser en parte de las cintas mexicanas que se estrenan. Pudiera ser por el hecho del género que como ya he comentado tiene una gran aceptación entre el público mexicano, así como por los nombres de los protagonistas que mediáticamente son tan populares que ya cuentan con un buen número de seguidores y curiosos que harán que muchos vayan al cine al verlos.

En el caso de otras cintas, de otros géneros y con otros protagonistas, las cosas no son tan sencillas -el caso, por ejemplo, de «Las hijas de Abril» a la que lamentablemente no le fue tan bien en taquilla-. Si bien una película fuera de las comedias puede conectarse también muy bien con su público, aquí éstas se encuentran con un problema -entre otros- de inicio: la exhibición. Una cinta mexicana se estrena con las mismas condiciones de una cinta estadounidense; sin embargo, detrás de ellas, no hay las mismas condiciones. La cinta mexicana se ve forzada así a encantar a su público en su primer semana de estreno, de lo contrario los números de salas le serán reducidos y posteriormente abandonará la cartelera. El boca a boca, tan eficas y útil para el cine mexicano, debe ser muy rápido, si no ya no hay tiempo para que a quien se la recomendaron, la vea.

Un asunto que siempre se ha discutido es el hecho de proteger al cine mexicano con una serie de legislaciones. El tema da para mucho, pero lo que se pediría de inicio es que hubieran reglas acordes a cada producción. Hay mucho cine mexicano que cuando se estrena desaparece muy rápido de cartelera; y también que en peores casos tarda o ni siquiera llega a estrenarse. El esfuerzo mayúsculo de producir una cinta en México debería no ser tan traumático cuando una de éstas se estrena y no se logra presentar frente a un público.

El tema es muy extenso, como lo pueden ver en la siguiente charla realizada en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia 2013, en el que se habló precisamente de la exhibición de cine mexicano. Como lo ven, en la perspectiva de productores, distribuidores y exhibidores, los problemas y retos son muchos. Habría que, como se menciona en la charla que de verdad les invito a observar si les interesa el tema, se involucran en algo tan complejo como la exhibición del cine mexicano.

 

Bienvenido el Día Nacional del Cine Mexicano. Increíble que como ya leyeron aquí, Cineteca Nacional -santuario, por cierto, para las cintas nacionales- proponga todo un ciclo de cine mexicano de gran calidad que se antoja desde ya. Bienvenidas todas las propuestas, sin embargo, adelante todas las próximas y futuras iniciativas que hagan que un tema tan fundamental como la exhibición del cine mexicano no sea un dilema para muchas de estas películas; bienvenidas no solo las charlas, sino ya los acuerdos sobre la mesa, lo compromisos de las diversas partes para lograr que la mayor parte del cine producido en este país pueda verse por el público al que va dirigido. Porque el cine mexicano, del tema y género que sea, es parte de nuestra cultura y una muestra y recuerdo de nuestro acontecer.

¡Qué vengan más iniciativas, qué hayan más festividades alrededor del cine mexicano! Pero sobre todo, que tengamos más opciones de ver el cine mexicano.

Imagen de portada: ·júbilo·haku·.
Imagen en interior: Carlos Enciso.

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.