Por Asfaltos.
Siempre que me siento a ver una película sin saber de qué trata, es indudable que me llevo una asombrosa sorpresa. Sí, en efecto, puede ser que ésta sea negativa o que ésta sea positiva, pero de que es una sorpresa, de eso no hay la menor duda. ¿Cuál ha sido la más reciente película que han visto sin saber nada de ella? ¿Recuerdan lo que sintieron mientras la veían?
Siendo un obrero de la información, pocas veces me toca ver una cinta de la que no sé nada; pero cuando así sucede, cuando así puedo darme el lujo, la verdad que lo agradezco enormemente. Ese fue el caso de mi visionado de «La torre oscura», cinta dirigida y coescrita por el danés Nikolaj Arcel, basada en una serie de novelas del mismísimo Stephen King.
La historia nos sitúa en un mundo de fantasía que es atacado por un misterioso hombre místico que se obsesiona por destruir una torre que protege a otros mundos, entre ellos, el «nuestro». El místico, interpretado por Matthew McConaughey, utiliza para ese fin a niños y niñas, cuyo poder mental es el único capaz de destruir la torre que de caer desataría un infierno en todos los mundos habidos y por conocer.
Sin embargo, como sucede en cualquier historia, el villano tiene alguien que le plante cara, o por lo menos eso es lo que se espera. Se trata de un pistolero de nombre Roland Deschain, interpretado por Idris Elba. Para mala suerte de los habitantes de los diversos mundos, el pistolero ha perdido la fe, hasta que sí, conoce a un niño con un toque, o brillo, especial.
La historia podría resultar compleja con tanto elemento que se pone -no olvidar que se trata de una serie de libros que se adaptan a una peli-, pero si se le con detenimiento, en realidad todo se reduce al viaje de un héroe perdido que se reencuentra consigo mismo gracias a la ayuda de un niño. La verdad es que no hay mucha ciencia, y la verdad, así, se disfruta.
Lo que a mí me llamó la atención de la cinta, si es que me preguntan, son todas las referencias vertidas por el propio Stephen King. De entrada toda la fantasía remite -como se ha confesado- indudablemente a la obra de J. R. R. Tolkien, desde el propio título de la obra; así como tambipen, y de manera muy marcada, a la nostalgia de los western con la figura del pistolero.
Sí, quizá con este asunto de ser un western mezclado con fantasía, «La torre oscura» me atrapó, sin embargo, y a fuerza de ser sinceros, creo que la magia hacia el final se va diluyendo de a poco en poco. La cinta no dura más allá de los 95 minutos, y aún así, se siente un poco larga hacia el final cuando el ritmo decae de manera marcada. De cualquier modo «La torre oscura» cumple con su cometido.
Así que si lo suyo es querer a ver una cinta palomera, que les haga recordar la infancia y que les haga escapar del mundo cotidiano -además de que si les gustan los western disfrutarán del pistolero-, «La torre oscura» es definitivamente para ustedes. La película se estrena mañana viernes 25 de agosto cortesía de Sony, y sí, es una buena recomendación para el fin de semana.
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