«Disco popular»: Disco con barrio, disco con calle, lo nuevo del IMS

Texto por Elchín Balboa.
Fotos por Tulia Berdejo Juárez.

Fresco y frutal como una buena paletería; ecléctico, variopinto y vibrátil como los ritmos latinoamericanos, así se presenta el más reciente álbum del Instituto Mexicano del Sonido (IMS). Se trata del «Disco popular», el quinto álbum del ambicioso proyecto de Camilo Lara que se lanza hoy 10 de noviembre luego de cuatro años desde la aparición de su última producción.

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Mezclado por Mario Caldato Jr. de los «chicos bicho» (Beastie Boys) y grabado entre las ciudades de Kingston (Jamaica), Tucson (Arizona), Los Angeles (California) y Ciudad de México, este nuevo LP se pretende como una exploración de los ritmos del continente americano desde Argentina hasta Canadá. De ahí que sea una entrega de diversificación pura y de multiculturalidad sonora, que incluye las variadas y valiosas colaboraciones de otros artistas de la talla de Sly and Robbie, Toots and the Maytals, Adán Jodorowsky, La Yegros y Caléxico.

En palabras de Camilo Lara, durante la presentación para medios que tuvo apenas este lunes en Departamento, este nuevo disco busca interrelacionar los diversos ritmos del continente en una sola y figurada “pista de baile como un lugar democrático donde todos podamos bailar”, lo cual señala un aspecto siempre presente en el proyecto integral del IMS: una dimensión política latente al son de las pistas sonoras y musicales. Esto lo muestra el disco anterior que lleva justamente por título «Político», y esta nueva producción no está desprovista de ello.

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Y es que si es posible una política ideal de fusión y de acoplamiento entre diversas posiciones, ésta se manifiesta en la música y en el baile como un dispositivo sonoro que nos hace vibrar al mismo ritmo acoplando nuestras posiciones corporales en una sincronía de movimientos. Algo parecido sucede con el viaje y el desplazamiento geográfico: imaginemos a Camilo Lara viajando por el continente americano con su ukulele entre las manos. Aquí y allá, en México, Argentina o en Jamaica, va el hombre orquesta hermanando ritmos con su instrumento: este fue el proceso creativo del «Disco popular», compuesto originalmente en ukulele y según los itinerarios de ruta y de discoteca.

Por último, vale la pena mencionar el diseño de arte del álbum. Sencillo, ligero y siguiendo los trazos de Melquiades y Óscar Reyes, míticos artistas tipográficos de las coloridas paleterías de antaño. Sin duda un elemento que le da al disco una armonía con su concepto general: popular, incluyente y también con la intención de rescatar una parte significativa del arte urbano y tradicional de Ciudad de México.

Así, puesta en palabras, una pequeña probadita de lo que puede ser para tu disfrute la cartografía musical del «Disco popular»; a partir de hoy viernes la pista, la consola y la mezcladora se disponen para que le subas el volumen y comiences a mover el bote… a darle…