Non Stop Ska! 2018: El ska no tiene fronteras

Texto y fotos por Ana Sof Solís.

Era sábado 17 de febrero del 2018. Un día después del terremoto que hizo que todo México se detuviera y se preguntara si las consecuencias iban a ser iguales a las del pasado 19 de septiembre. Llegamos en punto de las 14:00 horas, para nuestra sorpresa, el Palacio de los Deportes no solamente estaba lleno de gente, ¡sino que todos traían una actitud de fiesta y hermandad impresionante!

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Parecía una competencia de géneros. Por un lado, se llevaba a cabo la tradicional exposición “Mis XV” que amenizaban con música de reggaetón, pop y mucho más reggaetón, pero por el otro lado dentro del Pabellón del Palacio de los Deportes se escuchaba la primer banda que captaría nuestra atención: Melodycans. Esta banda de Monterrey, Nuevo León, nos hizo saltar y bailar gracias a su muy melódico y alegre ska. Estos chicos nos sorprendieron por sus pasos de baile muy coordinados, su gran instrumentación y su manera muy clara de ejecución.

Después, salimos a contemplar un poco los alrededores que el Non Stop Ska! nos presentaba. Había un pequeño escenario en donde pasaron varios DJ a amenizar los traslados de los presentes desde un escenario al otro. Mucha gente se quedaba bailando y escuchando las interesantes mezclas de reggae con rock que salían de esas tornamesas.

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Al terminar de bailar un poco, nos dirigimos al Escenario Domo, en donde se proyectaba el nombre de la banda que veríamos en seguida: Negros Vivos, una banda de Puerto Rico con canciones muy llegadoras y altamente rítmicas. Cabe decir que esta agrupación está conformada por varios exintegrantes de la famosa banda de ska puertorriqueña: Los Pies Negros. Con una fusión de ska con blues, jazz, reggae, soul y calypso, los Negros Vivos nos hicieron pasar un gran rato lleno de baile y reflexión con un discurso contracultural elevando el poder y orgullo latino.

Para no perder el rítmo, nos dirigimos rápidamente al Pabellón Cuervo en donde se estaría presentando el inglés Marc Foggo. Este hombre es un personaje impresionante, tiene una energía palpable que combina con expresiones faciales muy chistosas y únicas. Foggo se distingue por tener un estilo muy clásico de ska rock/punk, extremadamente distintivo de su país de origen.

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Despues de mover la melena un rato al estilo británico, nos dirigimos a ver a unos de mis shows favoritos, Hepcat. A cargo de dos cantantes con movimientos espectaculares, el show inició con un estilo muy marcado de reggae ska con una base irresistible de R&B. Estos personajes de Los Ángeles, California nos pusieron a bailar y a gozar un buen rato antes de que nos tuviéramos que mover de vuelta al Pabellón Cuervo donde Adhesivo estaría tocando.

Justo antes de llegar, nos dimos cuenta que un grupo de enmascarados se dirigía hacia la sala de prensa. Con un buen de curiosidad, nos acercamos para descubrir que se trataba de los integrantes del grupo japonés Oi-Skall Mates, gritando y fiesteando con palabras en español.

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En el Domo, la República de El Salvador se hizo presente con ska, rock hardcore que llamó a un público de gustos mucho más pesados, que correrían del Domo hacia el Pabellón para escuchar esas prominentes guitarras.

Justo después de escuchar a Adhesivo, regresamos a la sala de prensa en donde nos esperaba una conferencia con los auténticos Negros Vivos, quienes mostraron un amor y admiración por México palpable. Nos contaron unas historias sobre algunas de sus canciones y compartieron el significado de su gran canción «Pesadilla». Nos regalaron un brindis y se despidieron con la gran frase: «la escena en Mexico está viva».

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Una vez más, salimos a la multitud. Entre estilos urbanos, llegamos a una de las presentaciones más concurridas de la ahora noche: Oi-Skall Mates.

Llenos de actitud salieron con máscaras de luchadores mexicanos y presentándonos un estilo de ska-rock fuerte, ¡pura potencia japonesa!

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El Pabellón Cuervo había cerrado sus puertas y esperaban los conciertos en el Domo que al pasar la noche, eran más y más concurridos. Lllegaron los Decibelios, y entre bailes irregulares, humo y mucho alcohol, la gente los recibió coreando y cantando sus populares temas: «Oi! Oi! Oi!» y «Kaos». La plancha del Palacio no tenía ni a una sola persona inmóvi. Se armaban los slams al ritmo de la música.

Le siguieron los icónicos Desorden Público, grupo venezolano que imprime en sus canciones un ska con sabor y calor de Sudamérica. Para estas alturas, los vasos se iban vaciando y cada vez más existía un desorden controlado con los típicos chiflidos, vasos voladores y gente perdida. Todo esto se fue estableciendo en cuanto llegó Bad Manners. En estos momentos supimos que el ska en español había terminado y eligieron a grupos internacionales para cerrar el festival. Estos skinheads nos dieron un show impresionante dirigido por el icónico vocalista y showman Buster Bloodvesse.

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Éstos introdujeron al último conjunto de la noche: Tokyo Ska Paradise Orchestra. Sin duda eran los más esperados de la noche. En la plancha del Palacio no cabía ni una sola alma más, y es por eso que comenzaron muchos a subir hacia el área de butacas. Era un acontecimiento impresionante el poder escuchar a un grupo tan metódico y que hiciera sonar bastante clara cada sección de esta agrupación. Nos sorprendieron con sus claras influencias de grupos icónicos mexicanos como: La Maldita Vecindad, Panteón Rococó e Inspector.

Así fue como terminamos la noche, no sin antes reflexionar sobre las palabras en español que dijo uno de los integrantes del Tokyo Ska Paradise Orchestra: «El ska no tiene fronteras».