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Por Laura Ramírez.
Ilustración Niña Papalote.
¿Eres de los que se quejan si se traducen los títulos de las películas? ¿Prefieres decir el nombre completo del álbum de tu banda favorita en su idioma original? ¿Y qué onda con ciertos términos, sobre todo en inglés, los dices en su lengua nativa?
La globalización nos ha acercado a otras culturas y así, hemos aprendido muchas palabras nuevas que, muchas veces, no podemos traducir literalmente. También nos ha vuelto más pretensiosos y fanáticos de utilizar un término en inglés a la mitad de una conversación o de un escrito. Y ni hablar de quienes nos dedicamos a la comunicación o a la mercadotecnia, por supuesto que no podemos vivir sin usar más de cuatro conceptos extranjeros por minuto.
A esto agreguemos que culturalmente en México somos distintos de España y nos gusta más decir las cosas en su idioma nativo que en las adaptaciones al castellano. Siempre nos toparemos con extranjerismos, particularmente, entre los jóvenes. Y no está mal. Por eso, en esta ocasión haremos un espacio para escribir correctamente esos términos.
Primero, hablemos de los más populares. Los anglicismos son palabras originarias de la lengua inglesa, que se incorporan al idioma dentro de determinado contexto. Son como préstamos.
¿De qué otra manera podrías referirte a tus jeans? No creo que quieras usar el término aceptado por la Real Academia de la Lengua, “bluyín”. ¿O sí? Y te juro por dios que mira que así lo aceptó el diccionario.
¿Y qué me dices de un hippie? ¿Prefererías escribirlo como “jipi”?
Los galicismos, préstamos del francés, también son muy fáciles de encontrar en nuestro hablar cotidiano. Bastará recordar palabras como: boutique, carnet, cabaret, debut, élite o chef. Y aunque algunas de estas ya son tomadas como aceptadas por la RAE, como “carné”, el criterio depende de cada uno de nosotros.
¿Cuál es la restricción entonces? Básicamente es en la escritura. Cuando vayas a redactar algo que deba incluir un extranjerismo, siempre hazlo en itálicas. La norma de la correcta escritura te pide ser educado con el país del que tomaste la palabra, y reconocerle el favor con este detallazo de letritas inclinadas.
Te podrías, también, aventar a escribirlo con su uso correcto en español. Sin embargo, en muchos países de Latinoamérica serías visto como un bicho raro. Lo cual, dependiendo de tu subcultura favorita, a veces está bien.
Para que quedemos claros, si vas a escribir sobre lo buena que estuvo la movie o de lo rico que estuvo tu crème brûlée, hazlo. No te vamos a juzgar siempre y cuando lo pongas en itálicas. ¿Ok?
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