Por Sandyluz.
En el marco del mes conmemorativo a las madres, les hago una bizarra recomendación cinematográfica: «¡Madre!» (2017). Sí, con sus signos de admiración, y su título en español, nos remite a una altisonancia: «Madre», como tal, suena fuerte, por aquello del fonema «r» (es mucho más suave al oído el término en inglés: «Mother»). «Madre» es el vocablo, para dirigirnos, de manera respetuosa y formal a la progenitora, ya sea la humana, ya sea la Madre Tierra; ¿me siguen? El elenco de este filme seguro les resuena: en los papeles protagónicos tenemos, nada más y nada menos que a Jennifer Lawrence (madre), y a Javier Bardem (him). También, se cuenta con la destacada participación de Ed Harris (man) y Michelle Pffeifer (woman), quienes encarnan una pareja secundaria bastante singular.
Pues bien, este filme escrito y dirigido por Darren Aronofsky (productor de «El luchador» y «Noé»; director de filmes destacados como «Réquiem por un sueño» y «Pi, el orden del caos») es una propuesta muy sui géneris, que pone en marcha el concepto de personajes simbólicos; así mismo, la concepción alegórica, dentro de la puesta en escena. Realmente esta película explora el terror y el misterio; sin embargo, si el espectador está esperando ver la trillada historia de una casa embrujada, pudiera quedar decepcionado. «¡Madre!» explora un tipo de terror diferente: el psicológico. La tensión narrativa siempre va en ascenso, hasta su punto clímax (momento tensísimo, casi insoportable y teñido de carmesí), lo cual nos habla de una estructura narrativa vertiginosa y bien redondeada (a tomar en cuenta que Aronofsky también escribió la historia).
Hablando de la trama, todo comienza en una casa espaciosa y en remodelación, con una pareja amorosa y pujante. Madre (Lawrence) está a cargo de la restauración del hogar y anhela quedar embarazada; su pareja (Bardem) es un afamado escritor, quien ha elegido el retiro, para inspirarse en su siguiente obra. El conflicto de la historia detona, cuando llega de improvisto una pareja de visitantes: Ed Harris y Michelle Pfeiffer, huéspedes confianzudos e irrespetuosos, quienes, al poco tiempo, abusan de la amabilidad de sus residentes y trasgreden sus espacios, intimidad y reglas, poniéndolos, más allá de la incomodidad, en el epicentro del conflicto familiar ajeno. Más tarde, llegan los hijos de Harris y Pfeiffer, quienes avasallan también la morada, que les dio asilo; luego, con su comportamiento, derivan la embarazosa situación de «tener que echarlos». En el desarrollo de la cinta, poco a poco, se van sumando personajes (admiradores del escritor), quienes también trastornan el espacio íntimo de los propietarios. Ya en el clímax, todos están fuera de control. La casa es un desastre, e incluso la seguridad y vida de la pareja inquilina inicial corre peligro. El desenlace es desconcertante, tenso y revelador; y, es en este punto, donde el espectador comienza a sacar conjeturas, acerca de los símbolos que la cinta presenta, durante la ilación de sus escenas.
Para encenderles la luz, simbólicamente hablando, debo hacerles algunas revelaciones epifánicas, que les permitirán nutrirse mejor de tan alegórico filme: ¿qué tal que Madre es una personificación de la Madre Tierra y que Him (Bardem) representa a Dios? Michelle Pfeiffer no es simplemente Woman, sino «la primera Woman», o Eva, y a Ed Harris (man) le corresponde ser Adán. Desde esta óptica, sus hijos son la representación figurativa de Caín y Abel. Y, con este marco referencial de partida, toda la historia y comportamiento de la humanidad cobra sentido y causa terror. Resulta escalofriante ver el desenvolvimiento de los seres humanos, con nuestro planeta y con nuestros semejantes, moradores de «la casa».
Ya con esto, debo decirles que «¡Madre!» construye una atmósfera muy tensa y espeluznante, dramáticamente hablando. Las acciones de los personajes son desconcertantes. Y, ese efecto de tensión narrativa, siempre en ascenso, puede tener un efecto perturbador y desesperante, al momento del clímax. Ésta es una cinta que altera y que puede resultar difícil de ver; es una cinta, en donde vemos muy exigidos a los actores, pero soportando, brillantemente, el peso de encarnar personajes redondos y conflictivos.
En fin, cuando leí el título del filme, pensé que ésta sería una historia, como la producida por Guillermo del Toro («¡Mamá!» de 2013), donde hay un fantasma muy maternal, “»haciendo de las suyas». Nada de eso. «¡Madre!» es una propuesta artística mordaz, donde destacan las actuaciones y el terror, generado por el conflicto trepidante y en evolución constante. «¡Madre!» revela cómo el séptimo arte se vale de artilugios audaces, para narrar una historia, que transmita el suspenso, el horror y la indignación de ser y perecer, dentro del género humano: el más monstruoso y capaz de todos los males, que aquejan a la Madre Tierra.
Filmografía: Aronofsky, Darren. «¡Madre!» E.E.U.U: Protozoa Pictures, 2017.
Sandyluz. “Detrás de la pluma…” Egresada del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Completó estudios de Creación Literaria en la Escuela de Escritores del Estado de México (SOGEM). También terminó una maestría en Estudios Humanísticos con especialidad en Literatura, en el Tecnológico de Monterrey. En un plano más relajado, es aficionada a los libros y a la escritura desde corta edad; ha escrito de manera informal cuentos y poesías; con uno de sus primeros cuentos ganó un concurso local del cual obtuvo su primer retribución económica y profesional, siendo ello un significativo incentivo para seguir escribiendo. La Literatura ha sido una válvula de escape para no enfermar de realidad. La fantasía reanima el fulgor de los sueños que soñamos dormidos y que soñamos despiertos…
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