«Han Solo: Una historia de Star Wars» y el western galático

Por Asfaltos.

Finalmente, después de varios tropiezos que incluyeron la despedida de los dos primeros directores originales y los rumores de un coach para el actor principal, se estrenará mañana en cines «Han Solo: Una historia de Star Wars». ¿Las sopresas? Que el director entrante Ron Howard -con una amplia experiencia y trayectoria- ha salvado el barco -¿o el Millenium Falcon-, y sobre todo que Alden Ehrenreich -quien interpreta a Han Solo– realiza un muy buen papel. Ningún spoiler adelante, así que naveguen con bien.

Ron Howard, quien entró al quite después del inesperado despido de Phil Lord y Chris Miller, cuenta en su haber la dirección de películas ya clásicas como «Cocoon», «Apollo 13», «Willow» y «Frost/Nixon», entre otras. Su pasado le avala, a pesar de tener ahí alguno que otro tropiezo como la saga de «El código Da Vinci», como uno de los directores de cine en Hollwyood más eficientes. Con «Han Solo: Una historia de Star Wars» cumple con el encargo.

Clavado como un western galáctico, con todos los elementos que se podrían esperar de éste, con persecuciones a caballo (o mas bien en naves), un asalto en tren, minorías reprimidas por un gobierno opresor y duelos de pistolas (o blasters), entre otros, Ron Howard logra contar una historia que de entrada resulta entretenida. Además, también en la caracterización de los personajes, nos encontramos con los elementos del western: personajes grises, que navegan entre bando y bando con la única intención de sobrevivir, son los predominantes en esta historia.

La historia nos presenta a un joven Han Solo, diez años antes de que éste se encontrase con Luke Skywalker y Obi-Wan Kenobi en el desértico Tatooine. Intentando conseguir su propio sueño, anhelando convertirse en el mejor piloto de la galaxia, seguimos a Han en su travesía que le llevará entre otras cosas a conocer a su más entrañable amigo de toda la vida: Chewbacca. Sí, están Chewbacca y el Millenium Falcon, como ya nos los habían anticipado por cierto los avances de la película.

Son tiempos donde el Imperio Galáctico gobierna con puño de hierro, pero también, en los bordes exteriores, lejos del gobierno del Emperador, hay otros poderes que se manejan a su antojo. Es, en esos ambientes, que «Han Solo» se desarrolla. Lejos de los márgenes de la ley, enfrentándose a poderes corruptos y sanguinarios que a su antojo hacen y deshacen; sí, de nuevo, como en los western clásicos que tanta fama obtuvieron a mediados del siglo pasado.

La película incluye personajes entrañables, escenas de acción entretenidas, muchos easter eggs para los fans, y desde luego un ritmo ágil que hace que lo que se ve en pantalla transcurra de forma divertida. Quizá, y si me preguntaran un solo «pero» en la película, solo evidenciaría un elemento constante en las nuevas películas de la franquicia: en el afán de querer involucrar otros medios complementarios a las películas, se dejan cabos sueltos de la trama central sin resolver que generan, además, muchas más dudas. Hasta ahí, no diré más para no revelar algún estropeo. Ese es mi único «pero».

En fin, en general «Han Solo: Una historia de Star Wars» es una cinta que cumple con el objetivo de entretener. No es para nada el fracaso que muchos nos adelantábamos a esperar; pero tampoco es una cinta que termine por ser memorable. Es una buena oferta entretenida para quienes gustan del universo de Star Wars, y también para quienes gustan de una buena película de acción y de aventura. Encontrar en el elenco a Woody Harrelson, Paul Bettany, Emilia Clarke y Danny Glover, desde luego que ayuda y suma.

 

«Han Solo: Una historia de Star Wars» estrena mañana viernes 25 de mayo en cines nacionales. Si no encuentran boletos este fin de semana, no se desesperen, seguro permanecerá varias semanas en cartelera.