«El buquinista»: arriesgado relato lleno de magia

Por Asfaltos.

Lucien es un vendedor de libros solitario y amargado. Nativo de Francia, pero avecindado en México, se dedica a su oficio con cierto desgano desde que un evento personal le cambiara la vida para siempre. Sus libros, que entre más polvo tengan mejor y la compañía de un fiel trabajador al que se refiere como «el enano», forman parte de su tedioso día a día. ¿El evento? La muerte de su esposa.

Un día, sin embargo, cambia su suerte. Una misteriosa joven llega a su tienda para pedirle que compre todos los libros de donde habita. Entre ellos, que a regañadientes recoge, se encuentra con uno en especial. Se trata de un libro que le pertenecía a un matemático, quien con la precisión que su disciplina le exige, fantasea con una idea que Lucien hace suya. ¿Es posible traer de vuelta a alguien a la vida, es posible regresar a su mujer?

Dirigida por el director, guionista y productor mexicano Gibrán Bazán, se estrena en cines comerciales «El buquinista». La cinta, la más reciente en la carrera de un director que nos ha regalado ya anteriormente trabajos como «Los rollos perdidos» y «Generación Spielberg», se realizó en coproducción con nuestro país y la nación francesa. El personaje de Lucien habla en francés a lo largo de la cinta.

Narrada en primera persona, por el propio personaje de Lucien, lo que nos propone «El buquinista» son muchas cosas; desde el homenaje al mundo de los libros y los libreros, pasando por la crítica «a la falsa intelectualidad o al pretencionismo», hasta la búsqueda metafísica de regresar con vida a alguien de la muerte. Si bien la riqueza de temas hace a la película interesante, es quizá que por la suma de todos éstos la película no termina por conectar.

La narración en primera persona, si bien arriesgada pues se trata prácticamente de todo un monólogo escrito, cuando se ve ya en pantalla grande terminar por resultar un tanto cansado para el espectador. Usado a lo largo de la película, si uno de entrada no se encaja con ésta, es un tanto difícil que los demás elementos terminen por permanecer.

«El buquinista» cuenta con las actuaciones de JC Montes Roldán, Sophie Gómez, Ariana Figueroa y Amador Torralba, entre otros, quienes realizan un trabajo eficiente; es quizá en lo rebuscado del guión donde uno puede terminar por no crear empatía suficiente con sus personajes y finalmente con la historia.

En lo que respecta a la parte visual del trabajo de Gibrán Bazán, cabe destacar la fotografía de su película y los elementos que acompaña para representar los aspectos mágicos que se presentan en la historia. Destaca también la presencia de la colonia Roma en Ciudad de México, y sobre todo de una de sus librerías de viejo más reconocidas, como parte de una puesta en escena que se disfruta en pantalla grande.

 

«El buquinista», si bien a mi parecer no termina por conseguir las muchas ambiciones que se propone, sí es una cinta interesante por los riesgos que su realizador se marcó y que quedan como buenos experimentos de lo que no deja de ser un homenaje a varios temas. Si quieren ver una cinta mexicana con un abordaje distinto a lo que estamos acostumbrados a ver, ésta es definitivamente su opción.

La película se estrena mañana viernes 13 de julio en Cineteca Nacional, para después recorrer algunas salas de Cinépolis con una distribución completamente independiente.

Con imágenes e información cortesía de O & Press & Co.