«Megalodón»: todo lo que promete, lo cumple

Por Asfaltos.

Digamos que en Reconoce MX estamos viviendo nuestra muy particular «Shark Week». Primero por mi columna del día lunes donde les compartí «5 películas de tiburones para antes de ver ‘Megalodón’«, segundo por el Viernes versionado de mañana al que pido estén atentos, y tercero por la reseña de la causante de toda esta fiebre repleta de colmillos muy afilados: mi reseña de la película «Megalodón» (2018) que estrena mañana viernes 10 de agosto en cines nacionales.

Desde que supe de la existencia de esta película me brillaron los ojos. ¿Por qué? Porque disfruto tremendamente las películas de tiburones, porque el protagonista Jason Statham es un actor que me cae rebien, y porque toda la publicidad de «Megalodón» promete algo de manera muy específica: diversión garantizada viendo la película.

En tiempos donde todos nos lo tomamos «muy a pecho», resulta refrescante tener en los cines una película que para empezar abandona esa pretensión. No «Megalodón» no llegó para desbancar el clásico de Steven Spielberg, «Tiburón» (1975), dentro del imaginario cultural; no, lo que pretende «Megalodón» es que nos pasemos un buen momento, y afortunadamente lo cumple y de manera muy grata.

La premisa, como en general toda la historia, resulta muy sencilla. Jona Taylor (Jason Statham) se encuentra atrapado en un submarino varios kilómetros al fondo del mar, intentando rescatar a su equipo que es amenazado por algo que les golpea y zarandea. Sin tiempo de descubrir qué ha puesto en peligro la misión, Jona decide volar la nave dejando morir a la mitad de los sobrevivientes, y marcando así una profunda cicatriz que le marcará siempre.

Varios años después, en una expedición que regresa a las profundidades del mar, un grupo de científicos queda nuevamente atrapado. ¿Qué hacen? Obvio, recurren una vez más a Jona Taylor, al que ahora deben de sacar de una placentera vida en Tailandia.

Con esa idea de que «más grande, es mejor», «Megalodón» vendría siendo en efecto una versión con esteroides del clásico de Spielberg, sin esa serie de capas ni profundidad que «Tiburón» tiene, pero sí con el añadido de un elemento fundamental como lo es la elección de Jason Statham como protagonista. El actor, que puede ser considerado ya un personaje fuera de la ficción, resulta vital para que la película funcione con las reglas que nos presenta.

Sin tomarse en serio a sí misma, utilizando diversos elementos para mostrarse tan absurda como es, «Megalodón» entretiene como un producto hecho a la medida. Las emociones están puestas, el humor está servido; la única pieza faltante es un espectador que acuda a entretenerse sin miramientos, observando que es posible hacerse una película entretenida sin mayor pretensión que la diversión misma.

 

Por cierto, con «Megalodón» Jason Statham demuestra una vez más porqué funciona tan bien en estas películas y porqué fue la mejor opción. Esa manera de haber llevado su carrera sin pretender algo que no es, lo ha convertido de inmediato en un favorito del género de acción. Con «Megalodón» cumple y sobresale; aunque sí… aquí no hubo que enfrentarse a un megalodón de carne y hueso, ¡y qué mejor que no fue así!

«Megalodón» estrena mañana viernes 10 de agosto en cines nacionales. ¡Vayan en bola al cine, se la se la pasarán genial en grupo!

Con imágenes cortesía de Warner Bros. México.