Por Asfaltos.
Siempre que me llega una invitación para ver una película de terror, les soy franco… «le saco». Qué les digo, soy una auténtica «gallina» cuando se trata de sentarse a ver una película cuya misión es sacarme unos muy buenos sustos. Sin embargo reconozco que en el género hay muchos elementos que van más allá de los sustos, e inclusive que por sus características se aprovecha para hablar entre líneas de otros temas más profundos.
Lamentablemente en el cine de terror comercial parece que nos encontramos enfrascados en lo mismo de siempre. El terror, al que yo llamo «de pastelazo», es para mí ese que apuesta por los sustos fáciles y constantes. Aunque la disfruto, «La dama de negro» (2012) me parece un ejemplo de ello, y sin duda una muestra de lo que nos hemos encontrado en infinidad de películas. Bien, pues para un escéptico como yo, fue grata la sorpresa de encontrarme con la británica «Historias de ultratumba» (2018).
Basada en una obra de teatro titulada «Ghost Stories» (mismo nombre de la película en su versión original), «Historias de ultratumba» remite también a ejercicios que en la literatura hicieron escritores como Edgar Allan Poe y Ray Bradbury, y que en la televisión explotaron con gran éxito «La dimensión desconocida» y «Cuentos de la cripta», entre otros. Aquí, si bien nos encontramos eminentemente con un trabajo de terror, nos topamos también con la grata sorpresa de varios elementos narrativos que nos proponen en efecto, algo más.
La película nos presenta a Phillip Goodman (Andy Nyman), un hombre que con un pasado si bien no traumático sí con algunos claroscuros importantes, se dedica a desenmascarar en un programa de televisión supuestos encuentros paranormales. Convencido de que «nuestro cerebro ve lo que quiere ver», Goodman un día es contactado por un viejo héroe de la juventud, mismo que le influenció en su trabajo actual. ¿La misión? Resolver 3 casos que aún él, su máxima influencia e inspiración, considera inexplicables.
Dividida en 3 episodios que se conectan unos a otros con la historia central, «Historias de ultratumba» apuesta por un terror más propositivo que si bien nos saca unos muy buenos sustos que literal nos hacen saltar de nuestros asientos, no se limita únicamente a ello. No, la película como la obra de teatro que dirigieron Andy Nyman y Jeremy Dyson, apuesta por una construcción más elaborada que mantiene siempre la atención del espectador.
Con la elegancia británica que contrasta en este caso con la manufactura estadounidense, «Historias de ultratumba» se nos presenta visualmente también como toda una experiencia. Atrapa sin duda la forma en la que la película fue filmada, y por lo menos a mí me generó curiosidad de cómo es que la obra de teatro es representada. Con saltos importantes, y vueltas que resultan inesperadas, la atención del espectador se acentúa.
Puede ser que con tantas vueltas la atención del espectador se pierda, y por lo tanto se diluya el mensaje final presentado en la película; sin embargo, con atención uno puede ir descubriendo con gran ánimo la sorpresa que se prepara, y sobre todo las reflexiones que se vierten en «Historias de ultratumba». Eso sí, antes que nada, la película termina siendo entretenida y también como ya afirmé, es un muy buen respiro de lo que se nos ha habituado comercialmente en el género.
«Historias de ultratumba» estrena mañana viernes 17 de agosto en cines nacionales. Sí, vale la pena darse una escapada al cine y disfrutar de este particular trabajo.
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