El silencio o la vida

Por Elizabeth Aguilar Quintana.

La prensa no sólo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización. [1]

Un relato, una crónica, una historia, la verdad en México, la profesión más peligrosa de ejercer en México, el periodismo. La cifra sigue creciendo, de 2000 a la fecha, el número asciende a 81 muertos [2] y no existe evidencia de una investigación estructurada para esclarecer las muertes.

El silencio o la vida.

Con consignas de amenaza se intenta callar la voz de la verdad, de acuerdo con cifras de la PGR de 2006 a 2009 se denunciaron 74 casos de intimidación, aunado a esto la tortura se hace presente en el silenciar de la libertad de prensa. El Estado mexicano es garante de la seguridad de los ciudadanos, y retomando esto, ¿cómo explicamos los niveles de violencia y muerte en un lugar donde según datos oficiales no nos encontramos en guerra? 12 años de violencia, 12 años de intimidación, 12 años de silencio, 12 años de muerte.

La corrupción y la ineficacia de las autoridades han devastado la gobernabilidad del Estado mexicano, pero debemos cuestionarnos que tan responsables somos nosotros de esto. No basta con insultarnos unos a otros, debemos exigir nuestras libertades, debemos exigir justicia, debemos pelear por el futuro de nuestras generaciones. México se despierta, pero que éste despertar no sea ignorante sino informado. Sumemos esfuerzos en la lucha por el derecho a la información y no a la manipulación de la misma. Reporteros sin fronteras es una organización que lucha por investigar, denunciar y apoyar el trabajo periodístico.

Mantengámonos informados y participemos, la ciudadanía tiene el control sobre la censura y la lucha por los derechos humanos. ¿Hasta qué punto el pueblo mexicano va a dejarse manipular por unos cuantos grupos? El reto existe, la pregunta es, ¿quién esta dispuesto a tomarlo?, en época de decisión participemos con consciencia, la historia no se olvida y el que la olvida está condenado a repetirla. Una democracia sin libertad, sin voz ni voto no es una democracia.