Por Adyerin Rueda.
Pocas son las cintas de monstruos y catástrofes ficticias hechas en Latinoamérica. Flavio Pedota es un joven director y escritor que se ha arriesgado a realizar un largometraje ambicioso sobre muertos vivientes en Venezuela. Mezclando la complicada situación política y social del país con el uso de drogas cada vez más peligrosas y experimentales, da vida una ópera prima llena de suspenso y tragedia.
Todo comienza con dos hombres extranjeros adictos al krokodil quienes después de consumir, padecen síntomas extraños: agresividad y putrefacción. Rápidamente el virus se esparce por toda la ciudad de Caracas mientras que en los poblados de los alrededores, como en el que vive el doctor Adam, ven horrorizados a sus familiares y conocidos caer poco a poco enfermos.
Adam acaba de perder a su esposa y deja que su hijo pequeño se vaya de vacaciones con sus abuelos antes de que la epidemia llegara a su comunidad. Cuando la mujer de su vecino se contagia de la rara afección, inicia una pesada jornada para buscar al infante en un ambiente hostil y aterrorizado por su propia ansiedad.
Con una buena producción. financiada en gran parte por campaña Kickstarter, Pedota crea en 2018 una película de alta calidad visual y de excelentes actuaciones; con una premisa sencilla y algo predecible, pero no por eso menos emocionante, plantea que al final, con todo y hecatombes, lo único seguro es que la naturaleza de nuestro mundo siempre encuentra la manera de salvarse.
«Infección» formó parte de la programación del 34° Festival Internacional de Cine de Guadalajara que se realiza hasta el próximo viernes 15 de marzo en Guadalajara, Jalisco.
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