Cuando se habló de austeridad al comienzo de este sexenio, pocos imaginábamos lo que esto iba a representar en las estructuras del gobierno federal y la mayoría lo visualizó como la posibilidad de eliminar los salarios millonarios de unos cuantos, para fortalecer a la base trabajadora.
Sin embargo, recortar esos pocos salarios millonarios al parecer no ha sido suficiente y ahora la estrategia es también deshacerse de miles de trabajadores que reciben pequeños ingresos. El caso del IMER es representativo de esto, ya que el recorte presupuestal lo ha dejado al borde del abismo y literalmente vive en terapia intensiva financiera.
“Nunca, desde hace 35 años que he pasado yo aquí, jamás habíamos visto una crisis como esta… Una crisis tan terrible”, señaló la conductora del XEB, Luz María Meza. Todavía no se sabe si cerrarán estaciones y si se confirma el hecho de que algunas otras quedarán solo con música continúa; además existe la incertidumbre si recortarán los más de 200 empleos como habían anunciado.
Luego del escándalo y la indignación en las redes sociales por esto, que no solo se trata de los habituales recortes al presupuesto de cada año, sino que en realidad Hacienda no libera los fondos ya aprobados, las autoridades anunciaron que el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) tendrá al menos 19.3 millones de pesos para medio funcionar.
Según explicó en su momento Aleida Calleja, directora general del IMER, necesitan en total 31 millones para garantizar la operación como lo vienen haciendo hasta el momento y que les garantiza llegar a diciembre próximo.
Pero según el Consejo Ciudadano de este instituto de la radio, Hacienda ya aplicó una reserva presupuestaria de 11.42 millones de pesos, lo que significa que de ser cierto esto, ya no habrá más dinero para el resto del año.
¿Y qué pasa entonces con la guillotina para los puesto de trabajo? Hasta ahora, solo hay incertidumbre y puede ser que haya recortes masivos y afecte a los más de 200 que se han anunciado. Pero algo que llama la atención, es la manera en que se ha expresado el gobierno federal y el propio AMLO sobre estos puestos.
De acuerdo a Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia, si no hay recursos suficientes los que tendrían que dejar su plaza son los empleados por honorarios. «Si antes del día 30 no se entregaron recursos tendrían que renunciar” y se habla de las “plazas que estaban freelance”, ya que el recorte “afectó a las plazas eventuales”.
Y aunque garantizó que “va a mantenerse el presupuesto del IMER y las cosas como estaban”, el futuro es muy incierto para estos trabajadores. Según anunció Aleida Calleja, sin los recursos necesarios se prescindirá de los servicios profesionales de trabajadores independientes que componen la mayor parte de la plantilla del IMER, entre ellos productores, conductores, continuistas, guionistas y programadores.
Entonces, desde el gobierno parece que la percepción que tienen de los freelance es que son sustituibles e innecesarios; pero para el IMER, representa eliminar programas musicales, culturales, barras completas de programación; así como de especialistas y en algunos casos, dejar sin voz a las estaciones de radio –algo que va contra la naturaleza de este medio-.
Si este es el parámetro con que han hecho los recortes laborales en las dependencias de gobierno, no solo se trata de una gran injusticia, sino que eliminan a personal que realmente trabaja y que hacen que las cosas medio funcionen a nivel administrativo.
Ya que todos sabemos de la mala fama que tiene la burocracia en México, y es precisamente por la actitud de los empleados sindicalizados y de base, que teniendo un empleo seguro de por vida, solo hacen como que trabajan y muchos literalmente van a perder parte de su vida en un escritorio.
Como periodista y profesional freelance que soy, esta manera de actuar de algunos miembros del gobierno federal –que espero no sea orden de AMLO, ya que como él mismo lo dijo no estaba enterado de los despidos masivos que se avecinan en el IMER-, es preocupante ya que denigran nuestra actividad y nos ven solo como un objeto desechable que no vale nada. ¡Si esto es lo que representa la austeridad en el gobierno, las cosas pintan preocupantes!
Foto: Cuartoscuro.
Daniel Higa Alquicira / #ConcienciaRCMX. Estudié periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (UNAM) y soy un ferviente seguidor de los Pumas; me encanta el fútbol, la música, el cine, la literatura y los viajes. Además de un buen café, la cerveza, tequila y mezcal (puro sabor mexicano). También me encanta platicar con las personas y descubrir lo que piensan y lo que sienten. Soy un enamorado (y lo digo con todo el romanticismo posible) del poder que tienen los individuos para cambiar su entorno a través de acciones simples y que la mayoría de las veces, pasan desapercibidas. La tarea que me he propuesto es encontrarlas y hacerlas visibles.
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