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Por Laura Ramírez.
Ilustración Niña Papalote.
¿Alguna vez escuchaste hablar de la “voz pasiva”? ¿No? Es más o menos como habla Yoda, bueno, no tan exagerado.
Para poder entender de qué se trata, primero tenemos que hablar de la “voz activa”. Esto es la forma habitual de escribir las oraciones, en donde un sujeto realiza una determinada acción. Por ejemplo:
La joven estudia todos los días.
Ahora, para hablar de “voz pasiva” es importante aclarar algunos puntos.
Todo el peso de la acción se centra en el sujeto, quien se vuelve un personaje importantísimo, más que la acción misma. Además, puede funcionar como licencia literaria para engalanar un texto y dejarlo más bonito.
El truco de la voz pasiva está en el acomodo del sujeto y del predicado. Por ello, si no conoces bien la estructura de un enunciado, se te podría complicar.
¿Cómo construyes una buena voz pasiva? ¡Muy sencillo! Tienes que valerte del verbo “ser” siempre y combinarlo con la preposición “por” más el verbo.
Por ejemplo:
Los geeks compraron figuritas de acción. (Esto es voz activa)
Las figuritas de acción fueron compradas por los geeks. (Esto es voz pasiva)
¿Te diste cuenta? Es muy fácil, sólo hay que invertir el orden de tu oración y conjugar el verbo de forma distinta, acompañando de “ser”.
Si bien el español utiliza la voz pasiva frecuentemente, es más común encontrarla en inglés y francés. Generalmente, puedes basarte en este estilo de escritura para poner en evidencia a quien hizo la acción, es decir, al sujeto.
Ojo, te vamos a dar un tip. NUNCA uses verbo como “haber” en construcción de voz pasiva. Es un error.
¿Podrías ahora intentar descifrar a Yoda cuando habla? Podrías entretenerte bastante.
Seria más bonito si en las mismas escuelas te dieran varias lecciones de la voz pasiva, ya que en su mayoría solo les interesa como hablamos en lo habitual 🙁 y se olvidan de este tipo de cosas interesantes, que bueno que lo mencionas y explicas 🙂